La vida humana transcurre entre lo temporal y lo eterno, entre la brevedad y la eternidad…
En el salmo 90, el verso 12 dice: “enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría”…
El salmista le hace una petición a Dios: que lo ayude a organizar su vida con sabiduría, o sea, conforme a su voluntad, que es el principio de la sabiduría.
La vida del hombre sólo tiene su explicación en Dios. Ninguna teoría ha podido comprobar que nuestro origen es otro.
El hombre ha nacido para estar en relación con Dios, fuera de Él, irá rumbo a una eternidad sin su compañía.
No es Dios quien se aparta del hombre, sino todo lo contrario, somos nosotros quienes nos apartamos de Él…
Pero, Él es un Dios de oportunidades y cuando nos arrepentimos de corazón y nos volvemos a Él, nos acepta…
Siempre está esperándonos con sus brazos abiertos…
Siempre nos espera con sus amorosos brazos para estrecharnos en un fuerte y cálido abrazo.
La brevedad de la vida humana es una realidad incuestionable.
Por más años que vivamos, la vida es como un soplo de viento…
La eternidad no es una herencia que nos pertenece por las obras que hayamos hecho, sino por la conversión de vida a la persona de Jesucristo, reconociéndolo como nuestro Señor y Salvador, mediante el cual podemos llegar al Padre… Es el único camino que nos conducirá a Dios...
Jesús es quien produce en nosotros “un nuevo nacimiento y nos abre las puertas a la eternidad.
Toda una vida incluye: nacer, crecer, envejecer y morir… es fugaz…
El salmista nos presenta la brevedad y fugacidad de la vida… usando metáforas y símiles…
La vida es como un día…
La vida es como un torrente de agua…
La vida es como un sueño… pasajera, perecedera…
La vida es como la hierba del campo que crece en la mañana, florece ya la tarde se seca…
La vida es como un pensamiento…
Vista desde arriba, desde los ojos Dios, es apenas un instante, como un abrir y cerrar de ojos.
Para nosotros, los que vivimos debajo del sol el tiempo es el kronos, el tiempo lineal, secuencial, cuantitativo, de esa raíz griega provienen vocablos como cronológico, cronómetro, cronograma, cronofobia, entre otros.
Los días de nuestra edad son setenta años, en los más robustos ochenta, pronto pasan y volamos…
Pero el Kairos de Dios es cualitativo, desde la eternidad, hasta la eternidad…
Es por eso que necesitamos pensar en nuestro destino final, en nuestro destino eterno…
¿Dónde estarás cuando allá se pase lista?
¿Tu nombre está escrito en el libro de la vida?