sábado, 30 de enero de 2021

LECCIONES

 

Lámpara es a mis pies tu Palabra y lumbrera a mi camino” (Salmo 119:105)

Nuestra vida está en las manos de Dios, si voluntariamente se la entregamos, Él nos dará sabiduría y entendimiento para administrar todo lo que ha sembrado dentro de ti y de mí.
Estamos, desde que nacemos. inscriptos en una universidad que llamada vida. Cada día en esta escuela tendremos la oportunidad de aprender nuevas lecciones.  Nos gusten o no, con ganas. o sin ellas, son lecciones y hay que aprenderlas.
Una lección es repetida hasta que es  aprendida.  Esa lección será presentada una y otra vez de varias formas hasta que la aprendamos.
Solo cuando esté aprobada podremos pasar a la próxima lección. No hay atajos en esto, no hay manera de copiar, nos hay cursos gratis, ni diplomas comprados en la vida. 
No hay fracasos, solo lecciones.  Cada lección es fundamental para el crecimiento y claro, el crecimiento es un proceso que implica errores, pero en la vida y con Dios esos errores se convierten en lecciones.
Todos los que han logrado algo en la vida podrán decirnos cuantas han sido las veces que no lo lograron, pero eso no los detuvo.
El aprendizaje de lecciones es un proceso que no tiene fin.  No existe parte de la vida que no contenga lecciones.  Mientras sigamos vivos, habrá lecciones que aprender.
La carrera de la vida y el diploma de la existencia humana no es el producto de un curso de algunos años, toda la vida es el curso. Es una carrera con una meta infinita.
Es necesario que hagamos de nuestra vida algo que crece.  Poseemos todas las herramientas y recursos que Dios ya nos ha dado para tal fin.
Lo que creemos con esas herramientas determinará nuestro crecimiento, pero siempre la decisión es personal.
Dios ha puesto en nuestro interior, instrumentos para la formación de nuestra vida. No pospongamos, no esperemos estar allí, pensando que será mejor que aquí…  Cuando el allí ha llegado a ser nuestro aquí, simplemente habrá otro allí que parece mejor que el aquí. 
Por lo tanto disfrutemos nuestro aquí y ahora, sin mirar los campos ajenos que parecen más verdes, cuando el nuestro lo único que necesita en un poco más de diligencia en el riego, en el abono de la tierra…
No nos desenfoquemos, ni nos quedemos sumidos en las dudas. Las repuestas están en la Palabra de Dios.  Cuando las dudas nos asalten y la confusión nos rodee busquemos las respuestas en la Palabra de Dios.
La Biblia sigue siendo el manual del fabricante…. No perdamos más tiempo…Dejemos que Dios nos hable, nos enseñe y nos guíe. 
Esperemos con confianza lo que Dios nos tiene reservado en este nuevo año. No perdamos la fe, ni la posibilidad de ser enseñados por el Ser más sabio del Universo… lecciones “directas del cielo”…