Será
necesario eliminar actitudes que son las que no me permiten recibir las bendiciones.
1 1) Mis pensamientos limitantes:
quiero algo y avanzo, pero después pienso que no lo merezco y no llego, o si
llego, lo pierdo.
Tal
vez Dios no me escucha, no me apoyan… Pero es el Espíritu Santo el que está
dentro de mí, el poder de Dios, el que me habita.
Si
tenemos la vida de Dios mismo dentro de nosotros estamos habilitados para
lograr TODO lo que nos ha prometido.
2)
Tengo que pelear para lograr mis
bendiciones. No pelear con la gente, sino contra las circunstancias. Tengo que
superar los retos que se me presenten, los obstáculos.
Muchas
veces durante el día repito:
Nada ni nadie, ni siquiera yo
misma, impedirán mi crecimiento espiritual, soy una entendida, resplandeceré y
seré como la aurora que va creciendo hasta que el día es perfecto.
Muchos
son compradores compulsivos, ¿por qué compran cosas que ni siquiera necesitan y
que quizá no usen jamás?.
Porque
en realidad lo que compran es una sensación de poder que les da tener
determinado objeto, no el objeto por sí mismo, sino la sensación, el
sentimiento que les provoca poseerlo.
LA
VIDA DE DIOS está dentro mío, no afuera, en las cosas ni en las personas de mi
entorno, sino…¡¡¡DENTRO DE MÍ!!!.
3)
Tengo que tratar de buscar
ESTRATEGIAS para mejorar mi calidad de vida. Reunirme con personas
constructivas, que me den lo que a mí me está faltando, poder aprender de
personas que ya lo lograron. Ser bendecida para ser de bendición a otros.
4)
Conocer más de Dios, profundizar
mi cercanía con Él para conocer sus planes para mi vida, su mover conmigo que
es distinto al que usa con los demás.
LA
RELACIÓN CON DIOS ES PERSONAL, ÚNICA, CON CADA UNO DE SUS HIJOS.
Para
esto hay que invertir tiempo y ganas. Tengo que correr detrás de los sueños que
Dios puso en mi corazón. Arriesgarme a hacer cosas que nunca antes hice.
QUIERO
SER PROTAGONISTA DE LA HISTORIA DE DIOS. Él me eligió y yo le digo: “Heme aquí,
soy yo, tu hija, tu elegida, tu pueblo, mi Señor”.
Señor, quiero ser jugadora titular
de tu equipo, no suplente, estar entre los más allegados. No quiero ver tu
presencia de lejos como el pueblo de Israel, quiero estar DENTRO de tu nube de
Gloria, como Moisés, como Abraham, como David… Te amo y quiero cada día aprender
más de tus cosas. Declaro en el Nombre de Jesús, que voy a avanzar con la
incondicional ayuda del Espíritu Santo. Amén