Muchas veces, tras una tormenta, vemos maravillados, aparecer el arco iris, luminoso y multicolor, cuando los rayos del sol atraviesan la lluvia. La luz del sol nos parece blanca, pero en realidad está compuesta de luces de diferentes colores.
Cuando un rayo de sol atraviesa una gota de agua, cada color se desvía ligeramente de su trayectoria. Por ello miles de gotas de agua que flotan en el aire después de la lluvia separan la luz del sol en luces de colores rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, índigo y violeta.
El arco iris indica el fin de una tormenta. Para los creyentes es además, la señal de la fidelidad de Dios hacia todos los hombres a través de los siglos. Dios dio el arco iris como señal de que no enviaría nunca más un diluvio a la tierra.
Dijo Dios: “esta es la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros … por siglos perpetuos: mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra” (Gén. 9:12-13)
¡¡¡No olvidemos el mensaje del arco iris durante las tormentas de nuestra vida!!!.
Cuando llueve fuerte y el viento sopla, necesitamos ánimo y fe para recordar que la tormenta terminará y que el arco iris volverá a brillar.
Confiemos en la fidelidad del que se comprometió a ser nuestro Dios.