lunes, 5 de agosto de 2013

¡¡¡NO TE DES POR VENCIDO/A!!!

¡¡¡NO ESCUCHES!!!
“Mas yo, como si fuera sordo, no oigo; Y soy como mudo que no abre la boca” (Salmo 38:13)

¡¡¡Alcanza tus metas!!! ¡¡¡No te des por vencido/a!!!
Muchas veces querrán que caigas y falles, pero en ti esta la fuerza para seguir adelante. 
Busca personas con las que puedas compartir tus sueños, gente  que va en tu misma dirección y prosigue a la meta.
Los sueños que parecen imposibles pueden ser logrados con determinación y perseverancia, sin importar las probabilidades.
Aún el sueño más distante, puede ser alcanzado con determinación y persistencia.
No permitas que personas con mensajes negativos derrumben los anhelos de tu corazón y pisoteen tus esperanzas.
Recuerda siempre el poder que tienen las palabras que dices y las que te dicen.
Las palabras bendicen, cuando son palabras de buena voluntad y maldicen, cuando son palabras paralizadoras.
Por lo tanto, ¡preocúpate siempre por ser POSITIVO/A!
Sé siempre "sordo/a" a las palabras negativas, acusatorias y temerosas.
Sé siempre “sordo/a” cuando alguien te dice que no puedes realizar tus sueños.
Sé “mudo/a” cuando quieran que participes en una discusión.
Sé “mudo/a” cuando quieras defenderte o dar explicaciones que no conducirán hacia buen puerto.
¡¡¡No malgastes tus energías!!! ¡¡¡Úsalas para seguir avanzando!!!
No importa cuántas veces fracases, sino cuántas veces lo intentes.
No te desanimes y prosigue, estás cerca de la Victoria… ¡no desistas!
Te dirán:
¡¡¡No se puede!!! ¡¡¡No se ha hecho nunca!!! ¡¡¡No es  práctico!!! ¡¡¡Es muy riesgoso!!!. ¡¡¡No es seguro!!!...
Recuerda que Dios va delante de ti peleando tus batallas.
¡¡¡Entrégale tus proyectos y tómate un tiempo para esperar sus instrucciones!!!
Confía y no te detengas, no te dejes amedrentar por las circunstancias.
Salta las vallas de las limitaciones económicas, culturales, emocionales y/o físicas para llegar a tu meta.
Porque:
“El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre. (Hebreos 13:6)

¡Gracias Señor!, porque eres mi creador, mi hacedor, mi ayudador, mi salvador, mi pronto auxilio en las tribulaciones, hoy declaro en alta voz que seré sordo a las palabras negativas que escuche en mi entorno, pero abriré mis oídos, mi mente, mis ojos y mi corazón, a las instrucciones que me provees a través de Tu Palabra. Amén, Amén y Amén