Él es mi refugio |
En numerosas oportunidades nos sentimos mal
porque percibimos erróneamente la situación que nos hace sentir de ese modo.
No podemos cambiar la manera de sentir…
¡cambiemos la forma de pensar!
He aquí un ejemplo: una persona va a buscar el
resultado de sus estudios médicos. A pesar de sus oraciones y la de sus
hermanos, estos son adversos.
¿Cómo piensan que puede sentirse?...
Al día siguiente recibe una llamada del
laboratorio que le notifica que hubo un error…¿cambiará su estado de ánimo?
Lo que creyó primero no era fiel reflejo de la
realidad, por lo tanto lo que sintió, tampoco lo era.
Dios nos da la posibilidad de conocer la verdad
como resultado de leer Su Palabra, creerla y comportarnos conforme a ella.
Entonces nuestros sentimientos reflejarán la realidad. Conocer la Palabra nos
dará seguridad espiritual.
Si Dios por nosotros… ¿Quién contra nosotros?; ¿Quién acusará a los
escogidos de Dios?
Dios es el
que justifica, ¿quién condenará? ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación,
angustia, persecución, hambre desnudez, peligro o espada? Aún en medio de las
dificultades…somos más que vencedores por medio de Aquél que nos amó.
…ninguna
cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, señor
nuestro (Ro 8:31-39)
Cuando estemos desalentados, Dios nos da la seguridad de Su amor, presente en
cada uno de los momentos de nuestra vida.
Señor me comprometo a
seguir tu palabra y ponerla por obra. Quiero disfrutar de las emociones
positivas que son el resultado de conocer tu eterno amor. ¡Gracias, en el Nombre
de Jesús! Amén