“Mirad pues con diligencia cómo andéis” (Ef, 5:15)
Estamos viviendo tiempos muy difíciles y desafiantes para todas las
edades, pero para los jóvenes es aún más difícil.
Muchas veces son subestimados e ignorados especialmente si quieren ser fiel
a sus principios y tienen convicciones firmes.
¿Puede un joven en estos días mantenerse firme cuando la fuerza del
grupo social a que pertenece presiona para que entre en la carrera desenfrenada
del vicio, las adicciones y una vida disipada?
Dios ha provisto los mecanismos necesarios para que cada uno de sus
hijos (jóvenes, adultos y ancianos) pueda desarrollarlo que Él ya depositó ya
que se trata de un fruto del espíritu: el dominio propio.
El Espíritu Santo mora dentro de cada uno y nos va a ayudar, asistir y a
dar las fuerzas necesarias.
Es por eso que cuando somos tentados podemos pararnos firmes con la
espada de la Palabra en la mano, la mente y el corazón y decir con una actitud
decidida
“NO VOY A CEDER”
Aunque los demás te animen, aunque te presionen, toma la decisión de NO
RETROCEDER en tu camino.
Cada día tendrás que enfrentar la sociedad con su todo vale, donde se da
rienda suelta a las emociones.
¿Estás dispuesto/a a pagar el precio para permanecer?
¿Piensas que vale la pena creerle a Dios y esperar en Él?
No frustres tus sueños, no vivas sólo el momento, mira más allá.
Toma la decisión de permanecer firme. No abandones todo en pos de un
momento de placer que al final te dejará más vacío que antes.
Aférrate a las promesas de tu Padre y seguí tus sueños…Jesús tiene una
corona de vida para ti
¡VALE LA PENA! ¡SIGUE CONFIANDO!
Señor, sé que fui diseñado por
ti. Soy libre en Cristo, por tus llagas me declaro sano y limpio en cuerpo,
mente y espíritu. Me acerco a Ti con un corazón sincero y creo que me darás la
fuerza necesaria para mantenerme fiel hasta el fin. Amén, Amén y Amén