Lectura:
Salmo
127
“Vuestro Dios, el cual va delante de vosotros,
Él peleará por vosotros… ” (Deuteronomio 1:30)
Si Dios no está de mi lado, yo no podré pelear mis batallas y seré
derrotado y humillado por el enemigo… Si Dios no está presente en mi
matrimonio, en mi familia, en mis proyectos… en vano los hago… A las batallas
no las gana la estrategia de los soldados, sino el Poder de Dios (Éxodo17:11)
Las manos levantada representan la oración, sólo así obtendremos la VICTORIA…
Nuestra competencia proviene de Dios, no de nosotros mismos… Él nos da
la sabiduría necesaria para que podamos actuar estratégicamente en el momento
oportuno.
No hemos sido creados para recibir gloria… sólo el Señor es digno de
Gloria…
Dios es mi escudo y mi fortaleza, los flechazos del enemigo no me podrán
traspasar… porque si Él pelea por mí… ¿quién estará en mi contra?
En el AT los enemigos eran físicos, reyes, príncipes, pero en nuestros
tiempos, nuestros enemigos son espirituales (Efesios 6)
Los enemigos nos conocen, y muchas veces no los podemos ver porque se
camuflan… tal como el camaleón, cambian de color, para pasar desapercibidos y mimetizarse
con el paisaje… Amarguras, pleitos, celos, son síntomas que nos hacen ver que
estamos rodeados por el enemigo…
Por la FE estamos firmes y Dios nos sostiene, pero cuando le damos lugar
a la incredulidad, a la queja a la protesta… nos ponemos en contra de Dios,
desconfiamos de Él, de algún modo lo estamos llamando mentiroso… Y cuando
abrimos la puerta a la incredulidad, es cuando nuestra firmeza tambalea y
comenzamos a caer.
Hoy tal como ayer Dios nos dice: confíen, yo peleo sus batallas y les
daré las estrategias que necesitan para actuar en el momento oportuno… Recordemos
que el enemigo de nuestra alma trabaja a corto plazo porque su tiempo es
limitado pero… Dios es eterno siempre fue y nunca dejará de ser, por lo tanto
como es el dueño del tiempo trabaja a largo plazo…La justicia divina, no es
caprichosa, todo está hecho con un plan y un propósito pre-establecido y
perfectamente diseñado…
No tengamos temor al enemigo, solamente si estamos firme en nuestra Roca
que es Jesucristo, no habrá quién pueda derrotarnos… “No habrá para que peleéis
vosotros en este caso: paraos, estad quietos, y ved la salvación de Jehová con
vosotros… no temáis ni desmayéis; salid mañana cont
ra ellos, porque YO estoy con vosotros” (2 Crón.20:17)
Oremos: por todas aquellas personas que están en
angustia y desesperación…
En medio de esta pandemia, Padre
todopoderoso, reconocemos que tus promesas siempre se cumplen, ayúdanos a
mantener la confianza y la mirada puesta en Ti, sabiendo que nunca nos dejarás
ni nos abandonarás a nuestra suerte, porque nuestra vida está en tus manos y Tú
cuidas a cada uno de Tus hijos de una manera amorosa y especial. En el Nombre
de Jesús, te agradecemos porque veremos la VICTORIA. Amén, Amén y Amén.