“El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y
hay amigo más unido que un hermano" (Prov. 18:24)
Elegir a los amigos es cosa seria ya que los amigos
tienen decisiva influencia en nuestra vida. Por eso es importante que prestemos
atención en quiénes son las personas que nos rodean.
Es fundamental que examines tu entorno: ¿tus amigos te
estimulan o te deprimen? ¿Qué te gusta y qué te disgusta de tus amistades?
Muchas veces, cuando meditamos acerca de estas
cuestiones, nos damos cuenta de que tenemos que tomar la decisión de cambiar
nuestro grupo de amigos. Y esto no significa romper relaciones, pero es muy
importante reconocer que no todos crecemos en la misma dirección y que llega un
momento en que tal vez cada uno deberá tomar el camino que ha elegido. No es
una decisión fácil, pero es necesaria.
La amistad es un regalo invalorable de Dios. Existen
pocas cosas en la vida que sean tan maravillosas como una amistad sincera.
Un amigo es un tesoro… piensa en este momento en la/s
persona/s a las que consideras amigos sinceros. No hay dudas de que tendrás tus
razones para considerar que son especiales.
Hay una fórmula para tener amigos sinceros, ¿sabes
cuál es? ¡Ser un amigo sincero! ¡Sé solícito y dedica tiempo a tus amigos!
Demuéstrales un interés genuino y pasa tiempo con ellos.
¡Aliéntalos! Cuando tú apoyas a las personas, estás
ayudándole a construir su autoestima, demostrándoles que son importantes y que
crees en ellos.
Un amigo sincero siempre camina la “milla extra” y se
puede confiar en que no es molestarlo/a recurrir a él/ella.
Demuéstrales tu paciencia, un amigo verdadero estará
tanto en los buenos como en los malos momentos.
Aprende a escuchar, tanto lo que dice, como lo que
calla. Escuchar es el lenguaje del amor. Sé leal, fiel y veraz, decir la verdad
en amor, a veces implica decirle a un amigo cómo es la cosa realmente, aunque
duela.
Los amigos verdaderos te aman por lo que eres, sin
intentar cambiarte. No hay sentimiento más puro y noble que la amistad
despojada de todo tipo de intereses, con la única voluntad de brindarnos por el
otro sin esperar nada a cambio.
Padre amado, deseo
que mis amigos que no te conocen puedan comprender Tu amor a través de mi amor
incondicional hacia ellos. En el Nombre de Jesús, te pido ayuda para ser
paciente, tolerante, colaborando con mis amigos en lo que ellos necesiten, sin
juzgar, ni criticarlos, sólo amándolos. ¡Gracias Jesús por ser mi amigo! Amén,
Amén y Amén.