Todos conocemos la importancia de tener un ánimo
estable. La mente y las emociones desempeñan un papel fundamental para tener
una buena salud. El resultado que obtengamos será directamente proporcional a
cómo le hagamos frente a nuestras dificultades.
Es muy difícil escapar a la tentación de la queja: si
tuviera un mejor trabajo…; si tan sólo tuviera compañía…; si mi salud estuviera mejor…; si, si, si…
Aunque casi todo el mundo corre detrás del dinero y del confort pensando que
ello le acercará la felicidad… sabemos que no es la solución. Tal vez
aparentemente parezca que todo está bien, pero por dentro existe un gran vacío.
¿Cómo poder mantener estable el estado de ánimo?.
No es suficiente hacer un gran esfuerzo de voluntad o
tratar de convencerse de que todo va bien. Se trata de encontrar la paz
interior.
Dios tiene un propósito perfecto, lleno de sabiduría y
amor, para cada uno de nosotros.
Personalmente, solo logré sentirme verdaderamente LIBRE y FELIZ cuando me acerqué a Dios por medio de Jesús y empecé a
conocerlo y a sentir su amor.
Comencé a desarrollar un estado de ánimo positivo
cuando empecé a agradecer desde que abro mis ojos por el nuevo día que el Señor
me regala.
Recibí su perdón, me perdoné y perdoné a los que me
lastimaron. Él curó mis heridas, puso su manto de amor sobre mi vida y…¡¡¡TODO
CAMBIÓ!!!
¡¡¡ DESCUBRÍ EL GOZO A PESAR DE…. las circunstancias, los contratiempos, los
dolores, las enfermedades, las traiciones, me tomo de su mano y …“Echo toda mi ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de
mí” (1
Pedro 5:7)
Si tienes un ánimo inestable, tipo sube y baja, te
invito a que pruebes acercarte a Jesús y que después me cuentes los resultados.
¡Gracias Señor! Porque secaste mis lágrimas y cambiaste mi tristeza, mi ansiedad y mis sentimientos de culpa por Tu paz, una paz que supera todo entendimiento.¡Gracias!, soy una nueva criatura nacida de Tu amor. Nada ni nadie va a robarme el gozo de la salvación. En el Nombre de Jesús. Amén, Amén y Amén.