En Génesis cap 3 leemos que
después de pecar, Adán y Eva se dieron cuenta de que estaban desnudos. ¿Qué
pasó?, ¿habían perdido sus ropas, de golpe, así, de repente?
¡¡¡No!!!, es que la gloria
de Dios, Su Presencia, estaba con ellos y de pronto esa comunión se rompe, y
quedan SIN DIOS.
Es por eso que el hombre
que vive sin Dios se siente incompleto, vacío y busca llenar ese espacio con
todo tipo de posesiones materiales, con continua compañía, busca y busca… y se
siente desnudo, desprotegido (eso es la ropa, protección) sin hallar lo que
realmente lo completa, lo hace sentir “vestido”, pleno, feliz.
Esa completud, sólo se
encuentra cuando uno descubre a Dios, a través de Jesucristo y puede llegar a
Él con confianza, sin miedo, con un “temor reverente”, que es una mezcla de
amor y respeto.
Te comparto mi experiencia
en esta sencilla canción:
¡QUÉ TRISTE ES UNA VIDA SIN DIOS!
¡QUÉ TRISTE ERA MI VIDA SIN VOS!
ME SENTÍA INCOMPLETA, SIN DIRECCIÓN,
¡HASTA QUE TE ENCONTRÉ!.
ENTONCES, MI CIELO SE DESPEJÓ,
ENTONCES EL VELO SE DESCORRIÓ.
A LA LUZ DE TU
PALABRA
PUDE ENTENDER…
¡TU INFINITO AMOR!
MI ESPERANZA, RENACIÓ.
MI ANSIEDAD, SE DISCIPÓ.
LES DIJE A MIS MIEDOS: ¡FUERTE SOY!.
ME ABRAZASTE CON TU AMOR.
¡QUÉ TRISTE ES UNA VIDA SIN DIOS!.
¡QUÉ TRISTE ERA MI VIDA SIN VOS!
ME SENTÍA SIN RUMBO Y SIN DIRECCIÓN,
¡HASTA QUE TE ENCONTRÉ!