domingo, 19 de enero de 2025

Las emociones "nublan" mi razón

 

Enfocarme en los conflictos me aleja de la paz... ¿Por qué? 
Es simple, nos alejamos de la FUENTE DE PAZ, del Príncipe de paz, que es nuestro Señor Jesucristo...
Cuando algo inesperado nos ocurre con alguna persona en la que hemos depositado confianza y amor, (puede tratarse de malos entendidos, palabras ásperas, malas actitudes, incomprensión, egoísmo, etc.) nuestro YO herido reclama "venganza"... 
Entonces, le damos lugar al caballo desbocado de las emociones y éstas comienzan a controlar todo nuestro ser...
Invaden pensamientos, se manifiestan a través de palabras negativas, destructivas, temerosas, se generan inquietud en nuestro cuerpo...
Como consecuencia... perdemos la paz...
¿Cuál es la solución?
Activar desde temprano nuestra relación con la FUENTE de paz y gozo... 
Nuestro tiempo a solas con Dios es imprescindible para volver a ubicar cada cosa en su sitio...
Muchas veces sentimos que un tsunami de emociones y pensamientos desordenados pugnan en nuestro interior caóticamente.
Jesús nos muestra de una manera sencilla y cotidiana, cuál era Su actitud diaria... 
"Levantándose muy temprano en la mañana, cuando todavía estaba oscuro, Jesús salió y fue a un lugar solitario y allí oraba" (Marcos 1:35) 
La intimidad con Dios en oración y lectura de la Palabra nos enfoca, renueva nuestros pensamientos, nos alimenta, restaura nuestras fuerzas, nos viste de Su armadura y nos prepara para enfrentar cada batalla...
Oremos pidiendo al Señor que aumente nuestro apetito espiritual, que busquemos la conexión celestial desde el mismo momento en que abrimos los ojos, agradeciendo por otro día que nos permite disfrutar de la vida, que es un don preciado y precioso que se nos concede por pura gracia. ...