“echando toda vuestra ansiedad sobre él,
porque él tiene cuidado de vosotros” (1ºPedro 5:7)
¡¡¡Descansa en tu Dios!!! ¡¡¡Deja tus problemas en sus
manos!!! ¡¡¡El sabe cuidar de tu vida mejor que vos mismo/a!!!
Es tu Padre, tu Creador, sabe de qué cosas tienes
necesidad aún antes de que se las pidas o antes aún de que te des cuenta de que
las estás precisando.
¿Cuál es tu carga? ¿Decepción, traición, soledad,
tristeza, falta de perdón, culpa? ¡¡¡Dios es más grande de todos tus
problemas!!!
Jesús venció a la muerte y al pecado para que vos seas
bendecida/o en todas las áreas de tu vida.
¡¡¡Él está vivo!!! Hará todo lo posible para
encontrarte y bendecirte…
Vamos a hacer juntos esta oración que traerá calma a
tu mente y a tu cuerpo y llenará tu espíritu de gozo.
Señor, dejo toda
mi ansiedad a tus pies, reconociendo mi necesidad espiritual. En el Nombre de
Jesús, desacelera los latidos de mi corazón, trae calma a mi mente, te entrego
uno a uno de mis pensamientos.
Disminuye mi
aceleración, mi ritmo alocado, mi apuro, dame tranquilidad.
Toma el control
de la tensión de cada uno de mis músculos y de cada uno de mis nervios.
Vela en la
cabecera de mi cama, para que pueda conciliar un buen y reparador sueño que
traiga descanso a mi cuerpo y a mi mente.
Enséñame a
descansar, a disfrutar de los momentos placenteros.
Modera mi
ansiedad, para que yo pueda sentir en todo tiempo, aún en medio de mis
actividades diarias tu presencia en mi corazón.
Dame la
sabiduría necesaria para hablar, cuando haga falta, pon guarda a mis labios
cuando la ocasión amerite que calle.
Lléname de gozo
para alabar, cantar, sonreír, tratar de estar siempre de buen humor, aún en las
peores circunstancias.
Ayúdame a crecer
y a poder dar las gracias por todas las bendiciones que ya tengo, mi familia,
mi trabajo, mis amigos y todas las nuevas que van a comenzar a inundar mi vida
cuando pueda dejarte definitivamente mi ansiedad y mis preocupaciones.
Pero por sobre
todo que yo pueda reconocer, aceptar y agradecer tu infinito amor, tu invalorable
paz y tu presencia en mi vida.
Sé que el enemigo
de mi alma, si no puede pararme, trata de acelerarme, es por eso que HOY decido
entregarte mis cargas porque sé que la tomará y seré definitivamente LIBRE.
Amén, Amén y Amén.