“…crece con el crecimiento que da
Dios” (Col. 2:19)
Será necesario sincerarnos y reconocer:
ü
Que
amar no es apoyarse en otro.
ü
Que
compañía, no significa seguridad.
ü
Que
con la misma vara que medimos seremos medidos.
ü Que
no debemos esperar de afuera las demostraciones de afectos. Claro que es lindo
y si llegan ¡bienvenidas!.
ü
Que
soy yo el/la que debo atenderme, cuidarme y protegerme.
ü Que
debo ¡AMARME!, verme a mí misma/o con los ojos de mi creador que al verme dijo:
“es buena en gran manera”.
ü Que
tengo que dejar de mirar la vida con ojos de niño/a sintiendo que los demás
siempre son injustos.
ü Que
tengo que aprender de mis errores y de los ajenos.
ü Que
no debo exponerme a los mismos peligros, pensando que esta vez los resultados
serán diferentes.
ü Que
puede ser que hagamos cosas de las que luego nos arrepentiremos, pero este
temor debe servir para ser prudente ¡no para paralizarnos!.
üQue será necesario tomarnos un tiempo de conocimiento previo antes de entregar la confianza…¡podemos salir lastimados!
üQue será necesario tomarnos un tiempo de conocimiento previo antes de entregar la confianza…¡podemos salir lastimados!
ü Que
los buenos amigos son “la familia elegida”, tratemos de conservarlos, cuidarlos
y que los lazos se hagan cada vez más firmes, no exigiéndoles perfección y
teniendo en cuenta que son seres humanos (igual que nosotros) y que pueden
fallar.
ü Que
muchas veces tendremos que dejar “libres”, soltar y soltarnos de los
destructivos que obstruyen la entrada de lo bueno, sano y gratificante a
nuestra vida.
ü Que
deberemos aceptar nuestra responsabilidad en todos los acontecimientos que nos
han tocado vivir desde que cumplimos la
mayoría de edad.
ü Que
debemos controlar pensamientos y emociones y no ser controlada por ellos.
ü Que
será necesario ejercitar la tolerancia, la paciencia y la flexibilidad
fortaleciendo nuestro ser interior, sin confundir “debilidad” con sabiduría, ni
fortaleza con falta de límites.
ü Que
no importa donde estuvimos o estamos en este momento, sino hacia donde vamos.
LO MÁS IMPORTANTE ES LO QUE
TIENEMOS POR DELANTE
Hagamos juntos esta pequeña oración:
Señor, sé que me harás
crecer y abundar en amor para con vos y
para con todos y que podré cambiar en aquellas áreas donde estoy necesitando
mejorar, te doy gracias porque estoy segura/o de que me estás escuchando, en el
Nombre de Jesús. Amén, Amén y Amén.