martes, 12 de noviembre de 2013

¡¡¡CRECE!!!

“…crece con el crecimiento que da Dios” (Col. 2:19)

Será necesario sincerarnos y reconocer:
 ü      Que amar no es apoyarse en otro.
 ü      Que compañía, no significa seguridad.
 ü      Que con la misma vara que medimos seremos medidos.
 ü     Que no debemos esperar de afuera las demostraciones de afectos.      Claro que es lindo y si llegan ¡bienvenidas!.
 ü      Que soy yo el/la que debo atenderme, cuidarme y protegerme.
 ü   Que debo ¡AMARME!, verme a mí misma/o con los ojos de mi creador que al verme dijo: “es buena en gran manera”.
 ü    Que tengo que dejar de mirar la vida con ojos de niño/a sintiendo que los demás siempre son injustos.
 ü    Que tengo que aprender de mis errores y de los ajenos.
 ü    Que no debo exponerme a los mismos peligros, pensando que esta vez los resultados serán diferentes.
 ü  Que puede ser que hagamos cosas de las que luego nos arrepentiremos, pero este temor debe servir para ser prudente ¡no para paralizarnos!.
  üQue será necesario tomarnos un tiempo de conocimiento previo antes de entregar la confianza…¡podemos salir lastimados!
 ü  Que los buenos amigos son “la familia elegida”, tratemos de conservarlos, cuidarlos y que los lazos se hagan cada vez más firmes, no exigiéndoles perfección y teniendo en cuenta que son seres humanos (igual que nosotros) y que pueden fallar.
 ü  Que muchas veces tendremos que dejar “libres”, soltar y soltarnos de los destructivos que obstruyen la entrada de lo bueno, sano y gratificante a nuestra vida.
 ü  Que deberemos aceptar nuestra responsabilidad en todos los acontecimientos que nos han tocado vivir desde que cumplimos la  mayoría de edad.
 ü  Que debemos controlar pensamientos y emociones y no ser controlada por ellos.
 ü  Que será necesario ejercitar la tolerancia, la paciencia y la flexibilidad fortaleciendo nuestro ser interior, sin confundir “debilidad” con sabiduría, ni fortaleza con falta de límites.
 ü  Que no importa donde estuvimos o estamos en este momento, sino hacia donde vamos.

LO MÁS IMPORTANTE ES LO QUE TIENEMOS POR DELANTE

Hagamos juntos esta pequeña oración:

Señor, sé que me harás crecer y abundar en amor para con vos  y para con todos y que podré cambiar en aquellas áreas donde estoy necesitando mejorar, te doy gracias porque estoy segura/o de que me estás escuchando, en el Nombre de Jesús. Amén, Amén y Amén.