“Quédate
en silencio
delante del Señor…” Guarda silencio
ante Dios, y espera en él. No te alteres con motivo del que prospera en su
camino, por el hombre que hace maldades. (Salmo 37:7).
Dice una canción muy antigua:
Nada te turbe, nada te espante
Quien a Dios tiene, nada le
falta.
Nada te turbe, nada te espante, sólo
Dios basta.
Todo se pasa, Dios no se muda,
La paciencia todo lo alcanza.
Hay demasiados “ruidos” en tu
vida…“escucha” en lo profundo de tu ser.
¡¡¡Que nada te turbe!!!
Hay demasiadas “preocupaciones” en tu mente…
Hay demasiado “peso” en tu
corazón…
Escucha en lo profundo de tu ser…
¡Quédate a solas!
Escucha en tu interior, en lo
profundo de tu ser…
Entra en tu “aposento”, en tu lugar secreto…
Entra en tu “aposento”, en tu lugar secreto…
Escucha…
El Señor está allí y te llama…
¡Te ama y te espera!
Aparta un tiempo de buena
calidad, no importa cuánto y escucha en tu interior...
¡Quédate en silencio delante del
Señor!
Olvida tus palabras, olvida tus
recuerdos, tus peticiones, tus proyectos…
Míralo, escúchalo, sin que ni
siquiera tus voces interiores te distraigan…
¡Quédate en paz ante Él!
Abandona en Sus brazos toda
turbación, toda ansiedad, toda preocupación, entrégale toda carga…
Quédate sin ataduras, liviano/a, libre
de tus deseos, con humildad, vacía/o de todo cuanto no sea Él.
Quédate sola/o, sin nadie más en
tu corazón, sin que ninguna criatura,
ni siquiera vos mismo/a se interponga entre Él y vos.
Quédate sin quejas, sin estorbos, sin
“huéspedes” extraños, sin nada que no sea Él.
Quédate entera/o, sin recuerdos, sin buscar consuelos
humanos, muy juntito a su corazón, apoyada en Su regazo.
Quédate sin tristezas, sin
resentimientos,
sin orgullo,
sin falsas imágenes de ti
mismo/a.
¡Quédate en silencio delante del
Señor! …
¡Quédate en silencio! …
¡Quédate!…
¡¡¡Y ÉL TE LLENARÁ DE SUS BENDICIONES!!!