“… a fin de que sepáis el
camino por donde habéis de ir, por cuanto vosotros no habéis pasado antes de
ahora por este camino” … (Josué 3:4)
Así como al
pueblo de Israel el arca (que simboliza la Presencia de Dios) le mostraba el camino,
del mismo modo el caminar con el Señor, nos proporciona las estrategias
necesarias para hacer frente a cualquier situación que se plantee en este
camino por el que habremos de transitar en este nuevo año que recién comienza.
Aunque tengamos
muchos años y hayamos acumulado mucha experiencia en el pasado, cada nuevo día
traerá su propio reto…
Cada día será un
nuevo desafío por el que no hemos transitado antes. Nuevas decisiones que
tomar, nuevos caminos para transitar, nuevos gigantes para vencer…
¿Cuál es el
secreto?
El único secreto
es no dejar a Dios fuera de los proyectos… esta es la clave para vivir un año
pleno, bendecido, en paz, sin sobresaltos, sin ansiedades ni temores.
¡Claro! será
necesario dejar de lado costumbres y situaciones que “apartan” nuestros pies
del camino que la Presencia de Dios nos marca.
¡Siempre para
obtener un buen, es necesario renunciar a “algo”… pero… ¡vale la pena1
Tal vez estás
atravesando el río oscuro, turbulento, del temor, de las debilidades…
Si estamos
dispuestos a creerle a Dios, Él nos guiará y nos protegerá… ¡No estamos a la
deriva o en las manos del destino!
¡Estamos en las
manos del Dios vivo! Él llevará Su luz a tu camino de manera que tu FE supere
tu miedo y además sea tan contagiosa, que puedas influir en otros.
Tal vez la
incredulidad y el temor te están paralizando, pero tu fe debe prevalecer porque
“la
victoria que vence al mundo es la fe” (1Jn 5:4) La Presencia del Señor
estimula y fortalece nuestra FE para que podamos avanzar por nuevos caminos.
Caminos que no conocemos, pero que Jesuús ya los ha transitado, caminos
empinados que nos quitan el aliento… caminos rocosos que hacen doler nuestros
pies, tramos que nos fatigan y ríos tormentosos que deberemos cruzar… Jesús los
ha atravesado antes, ya estuvo en nuestros zapatos y no permitirá que des ni un
solo paso que tus pies no puedan soportar. Te fortalecerá para que puedas
hacerlo o cambiará las circunstancias para que no sea necesario tomarlo…
Oremos:
Padre, gracias por contar contigo en los momentos de adversidad donde vos vas
delante mostrándonos y allanando nuestro camino, ayudándonos a no soltarnos de
Tu mano, pero que sea por amor y convicción, no por miedo. En el Nombre de
Jesús, Amén, Amén y Amén