miércoles, 10 de agosto de 2011

PONER FRENO

YO PUEDO DOMINAR MI LENGUA
¡¡¡Cuantas veces inmediatamente después de decir algo me he arrepentido y he querido desaparecer, porque no era ni el momento, ni el lugar, ni la persona adecuada!!!. 
Con dolor tuve que aprender que realmente la parte más difícil de dominar del cuerpo, es la lengua. 
En realidad la lengua sólo materializa el pensamiento que está detrás de ella.
Por eso, HOY decido que voy comenzar a prestar especial atención acerca de lo que digo. No quiero “golpear” con mis palabras.
¡¡¡Cuántos seres lastimados hay, porque “alguien” no guardó sus palabras!!!.
Antes de hablar, sería muy bueno que nos preguntemos:
1. ¿Hago bien en decirlo?.
2. ¿Qué aportaré diciéndolo?.
3. ¿Edificaré o destruiré?.
4. ¿Podría salir alguien lastimado por mi comentario?.
Sé que todos ofendemos en algún momento…..pero hoy puedo pedir a Dios que me ayude a no caer otra vez en la tentación de no saber controlar mi lengua.
Hoy decido poner en las manos de Dios no solo mi lengua, sino mis pensamientos y mi corazón.
Señor, no quiero hablar por hablar,  ni quiero ofender ni herir a nadie. Toma el control de mi lengua, dame tu gracia y tu misericordia para poder trasmitirla. Que yo use mi lengua para alentar a quien lo perdió su esperanza y alimentar al desnutrido emocional. Pon guarda a mis labios para no lastimar, pon freno a mis palabras, cuando estas no sean para bendición.
Ayúdame a poder brindar sólo mensajes de aliento y antes de hablar, poder pensar. Que mi lengua no sea más rápida que mi pensamiento, en el Nombre de Jesús. Amén
 “Porque todos ofendemos muchas veces: Si alguno no ofende e palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo”. (Santiago 3:2)