"Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día"(2Cor.4:16)
En la vida, vamos cambiando de nivel, como si subiéramos escalones en una escalera. Es por eso que se plantean problemas en las relaciones, cuando logramos ascender un peldaño.
En la vida, vamos cambiando de nivel, como si subiéramos escalones en una escalera. Es por eso que se plantean problemas en las relaciones, cuando logramos ascender un peldaño.
Mientras estamos a un mismo nivel, todo marcha bien, pero cuando nos disponemos a avanzar y el otro prefiere mantenerse en el mismo lugar, la situación se vuelve cada vez más incómoda.
Se producen entonces los tirones y hasta sentimos que nuestro avance se ve dificultado.
Queremos que el otro suba con nosotros, pero no es su momento, entonces nos sentimos mal y hasta pensamos que sería mejor detenernos, pero el proceso ya está en marcha.
Tal vez con el tiempo nos alcance y hasta tome la delantera, pero mientras tanto, será necesario soltarlo.
El crecimiento es un proceso personal, individual, puedes hacer lo tuyo, pero no obligar al otro. Soltar no significa romper la relación, sino re-acomodarnos a ella, quitando expectativas y respetando la decisión del otro, a la vez que defendemos la nuestra.
A medida que vayamos avanzando, iremos encontrando gente que va en la misma dirección, acontecimientos y experiencias nuevas.
Siempre que hay crecimiento, aparece un entorno nuevo. Perderás gente y cosas y ganarás otras, cada pérdida se produce porque será lo mejor…¡déjalas ir!
¡¡¡Sigue avanzando y confía…!!!
“A los que amamos a Dios todas las cosas nos ayudan a bien” (Rom.8:28)