Todos los días enfrentamos situaciones que nos turban, sinsabores, exigencias y demandas. Cuando escuchamos las noticias por radio o vemos televisión, todo parece derrumbarse a nuestro alrededor. Algunas de las notas son tremendas, capaces de quitar la paz.
Pero la Palabra de Dios nos dice en Isaías 26:3 “Tú guardarás en perfecta paz aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en tí ha confiado”.
Sí, hoy más que nunca necesitamos la paz de Dios para enfrentar la vida.
¿Dónde está mi pensamiento?. En las noticias del día?. En lo que comentan mis amigos y vecinos?
Si mi pensamiento está en las promesas y en la persona del Señor, ello me traerá paz.
Cuando mi pensamiento está descansando en Dios, mi carácter estará firme, porque estoy asida de su mano. Él no permitirá que yo sea conmovido frente a las turbaciones de la vida.
¿Por qué he de exponer me mente y mi pensamiento a las malas noticias del mundo resquebrajado de hoy... cuando las promesas de ayer que vienen del Señor son también las promesas de hoy y las promesas de mañana?
¡¡¡Que bueno es confiar en Dios!!!. Reconocer que nada sucederá sin su permiso.
Eso es lo que me permite vivir en confianza completa y total.
No hay mucha esperanza para quien desea vivir la vida hoy, alejado del Padre celestial. Vale la pena acercarnos a Él y encontrar la confianza y la seguridad que necesitamos hoy con todos los rumores de luchas, falta de amor y desolación que se escuchan por radio y televisión. La verdadera paz viene a aquel cuyo pensamiento descansa en el Señor…porque en él ha confiado.
Señor, Ayúdame hoy a recordar que en ti yo puedo encontrar la paz interna que sobrepasa a todo entendimiento. Esa paz que me capacita para permanecer en calma y confianza a través de las circunstancias tumultuosas de la vida. Ayúdame a entender que el Poder de tu Espíritu descansa en mí para guiarme a toda verdad, fortalecerme y sostenerme con poder. Ayúdame hoy, a mantener centrado mi pensamiento en ti, que todo controlas.