sábado, 30 de junio de 2012

ATRAPAR LAS BENDICIONES



Será necesario eliminar actitudes que son las que no me permiten recibir las bendiciones.

1  1) Mis pensamientos limitantes: quiero algo y avanzo, pero después pienso que no lo merezco y no llego, o si llego, lo pierdo.
Tal vez Dios no me escucha, no me apoyan… Pero es el Espíritu Santo el que está dentro de mí, el poder de Dios, el que me habita.
Si tenemos la vida de Dios mismo dentro de nosotros estamos habilitados para lograr TODO lo que nos ha prometido.

2)    Tengo que pelear para lograr mis bendiciones. No pelear con la gente, sino contra las circunstancias. Tengo que superar los retos que se me presenten, los obstáculos.
Muchas veces durante el día repito:

Nada ni nadie, ni siquiera yo misma, impedirán mi crecimiento espiritual, soy una entendida, resplandeceré y seré como la aurora que va creciendo hasta que el día es perfecto.

Muchos son compradores compulsivos, ¿por qué compran cosas que ni siquiera necesitan y que quizá no usen jamás?.
Porque en realidad lo que compran es una sensación de poder que les da tener determinado objeto, no el objeto por sí mismo, sino la sensación, el sentimiento que les provoca poseerlo.
LA VIDA DE DIOS está dentro mío, no afuera, en las cosas ni en las personas de mi entorno,  sino…¡¡¡DENTRO DE MÍ!!!.

3)    Tengo que tratar de buscar ESTRATEGIAS para mejorar mi calidad de vida. Reunirme con personas constructivas, que me den lo que a mí me está faltando, poder aprender de personas que ya lo lograron. Ser bendecida para ser de bendición a otros.
4)    Conocer más de Dios, profundizar mi cercanía con Él para conocer sus planes para mi vida, su mover conmigo que es distinto al que usa con los demás.
LA RELACIÓN CON DIOS ES PERSONAL, ÚNICA, CON CADA UNO DE SUS HIJOS.
Para esto hay que invertir tiempo y ganas. Tengo que correr detrás de los sueños que Dios puso en mi corazón. Arriesgarme a hacer cosas que nunca antes hice.

QUIERO SER PROTAGONISTA DE LA HISTORIA DE DIOS. Él me eligió y yo le digo:                     “Heme aquí, soy yo, tu hija, tu elegida, tu pueblo, mi Señor”.

Señor, quiero ser jugadora titular de tu equipo, no suplente, estar entre los más allegados. No quiero ver tu presencia de lejos como el pueblo de Israel, quiero estar DENTRO de tu nube de Gloria, como Moisés, como Abraham, como David… Te amo y quiero cada día aprender más de tus cosas. Declaro en el Nombre de Jesús, que voy a avanzar con la incondicional ayuda del Espíritu Santo. Amén

3 comentarios:

LILY dijo...

MARTITA: SIEMPRE GRACIAS POR RECORDARNOS QUE NADIE IMPEDIRA QUE BRILLEMOS!!
SOMOS PROTAGONISTAS Y NO ESPECTADORES DE LA GLORIA DE DIOS!!
QUIERO VIVIR SIEMPRE EN INTIMIDAD CON EL....POR ES EL TIEMPO DE AVANZAR!!! UN BESO AMIGA-HERMANA!!LILY

Lucy dijo...

denterMarta espero llegue este comentario. Yo también quiero ser titular en el equipo del Señor, no una suplente sentada en el banco esperando que me llamen para actuar. ¡¡ quiero todas las bendiciones que ya Dios destinó para mí!!!
una lluvia de bendiciones para vos..
Un besote de Lucy.

SHEENA KLOSTER dijo...

¡Gracias Marta! Es muy bueno jugar de titular, reclamar las bendiciones que el buen Dios nos ha dado a todos por igual, ¡pero hay que jugar!

Bendiciones.