sábado, 15 de diciembre de 2012

BALANCE DEL AÑO


“Los pescadores saben que el mar es peligroso y la tormenta, terrible. Pero este conocimiento no les impide hacerse a la mar” dijo Vincent Van Gogh

Estamos en la mitad del mes de diciembre, el año llega a su fin para dar lugar a uno nuevo.
Hay quienes, al hacer un balance de este año transcurrido, se darán cuenta de que tal vez no alcanzaron lo que tanto deseaban y están a punto de renunciar a sus sueños.
Se sienten frustrados, tristes y decepcionados.
Y es que cuando las cosas no salen acuerdo a nuestros deseos e intenciones, nos sentimos enojados y totalmente descontentos.
Muchas veces reaccionamos y en lugar de rever el tema, reflexionar acerca de qué es lo que sucedió y por qué, comenzamos a sentirnos víctimas.
Buscamos culpables o diferentes excusas y justificaciones, que realmente no nos ayudan en nada, todo lo contrario, enturbian nuestra mirada.
Dramatizamos la situación y no podemos encontrar la salida.
Cuando le damos cabida a la frustración y al sentimiento de lástima hacia nosotros mismos, nos sentimos inadecuados y nuestra estima baja considerablemente. Corremos el riesgo de quedarnos en parálisis y pegados al dolor.
Muchas veces llegamos a esta situación porque pensamos que nuestra vida debe ser cómoda y fácil.
Pensamos que nos merecemos ciertas cosas y es verdad, pero no tenemos en cuenta que para disfrutar de una vida abundante será necesario tener en cuenta lo que nos dice Juan en el capítulo 12 y el vs. 24:
“Ustedes saben que si un grano de trigo cae en la tierra y no muere, no produce nada. Pero si muere, da una cosecha abundante.”
El morir del cual Juan nos habla es la muerte al ego, una muerte al “yo”, una muerte a la queja, una muerte a ser una persona enojada, insatisfecha y frustrada.
Los planes que Dios tiene para cada uno de nosotros son de bienestar. Lo que Dios nos ha prometido nunca será frustrado sino que se cumplirá.
Siempre habrá algo que podamos hacer para cambiar la historia de nuestra vida.
Dios nos dio el poder de elegir y todo lo que necesitamos para que no vivir frustrados, sino en VICTORIA.
Este tiempo de adviento, tiempo de especial buena voluntad de parte de nuestro Padre por la proximidad de la conmemoración del nacimiento de su único hijo Jesucristo, es el mejor momento para comenzar a buscar soluciones que nos ayuden a salir de ese estado de insatisfacción, de frustración y que nos acerquen a nuestros sueños.
Las promesas de Dios para tu vida son fieles y verdaderas, Él te las dio y te toca a ti hacerlas tuyas.
¡¡¡Nunca te rindas!!!

¡¡¡Feliz Navidad!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias Marta por el mensaje, ¡aleccionador como todo lo tuyo! ¡Que tengas una Feliz Navidad que se prolongue todo el año! ¡Bendiciones!