“La
blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor”
(Pr 15:1)
La
pregunta sería: Siento cierta insatisfacción en mi relación con…(amigo/a,
cónyuge, hijos, etc.) ¿Tengo que decírselo?
La
respuesta es afirmativa: ¡sí!, por supuesto tiene que expresarlo, pero cuidando
el momento y el tono y la forma.
Porque
muchas veces rechazamos el modo de ser del otro, o bien, queremos actuar como
si fuésemos su conciencia.
¡¡¡Cuidado!!! Esta no es nuestra tarea, sino la del Espíritu Santo.
¡¡¡Cuidado!!! Esta no es nuestra tarea, sino la del Espíritu Santo.
Ante una
crítica o un juicio, el otro responde defendiéndose,
ya que siente atacado.
Podemos
expresar nuestra necesidad, no posicionados en el otro acusándolo, sino
expresando lo que nosotros sentimos como una deficiencia en nuestra relación.
NO No me amas NO
Nunca me visitas
SI
No me siento amado/a SI Extraño nuestras mateadas
Cuando
expreso mi necesidad y no culpo al otro, permito que Dios trate con la
conciencia de esa persona, que al no sentirse atacada, no necesitara
defenderse.
Dios nos
manda que nos amemos sin juzgar, si yo ocupo mi lugar al manifestar lo que
estoy sintiendo, Dios a través de su Santo Espíritu lo hará sentirse compungido
y tal vez movilice a esa persona para que responda a mi necesidad.
“Señor, en el Nombre de Jesús te pido que me des la
capacidad de poder expresar mis necesidades sin juzgar ni criticar al prójimo,
sabiendo que si yo hago mi parte, sin querer ocupar tu lugar, vos vas a
trabajar en libertad y a revertir ese vinculo que hoy esta torcido. Gracias
Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amen.
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