martes, 20 de agosto de 2013

CÍRCULO DE AMOR

“La blanda respuesta quita la ira, más la palabra áspera hace subir el furor” (Proverbios 15:19)

Hay un ajuste psicológico llamado desplazamiento por medio del cual la irritación causada por una persona más fuerte, es volcada contra una persona más débil, que por supuesto es completamente inocente.
Veamos un ejemplo:
Un cliente importante maltrató al director de una Empresa. Estaba enojado porque no había recibido la mercadería en tiempo y forma.
El director llegó a su casa y gritó a su esposa, acusándola de que estaba gastando demasiado, porque había recibido el resumen de la tarjeta de crédito.
A su vez la esposa muy nerviosa, retó a la empleada porque no había hecho bien su trabajo.
La empleada dio un puntapié al perro porque la molestaba.
El perro salió corriendo y mordió a una señora que pasaba por la vereda, porque tenía un bastón y se sintió amenazado.
La señora fue al hospital para ponerse la vacuna antirrábica y curar su herida y maltrató a la enfermera porque tuvo que esperar demasiado.
La enfermera llegó a su casa y protestó contra su madre, porque la comida no era de su agrado.
Su madre, tolerante y con amor y perdón, la acarició, se dio cuenta que había tenido un mal día y le habló con dulzura.
Bendijo a su hija y se puso a charlar con ella como si nada hubiese sucedido.
En ese momento, se interrumpió el CÍRCULO DEL ODIO, porque chocó con la TOLERANCIA, la DULZURA, el PERDÓN y el AMOR.
Si eres uno/a de los muchos que están inmerso en un CÍRCULO DE ODIO, acuérdate de que este puede romperse.
¿Cómo?
Sólo es necesaria la TOLERANCIA, la DULZURA, el PERDÓN Y mucho AMOR.
“Hay quienes hablan como dando estocadas de espada: Mas la lengua de los sabios es medicina” Proverbios (12:18)


¡Padre!, en el Nombre de Jesús te pido que me ayudes a romper todo círculo de odio y de violencia con las palabras dulces que Tú pondrás en mi boca. Quiero llevar tu paz dondequiera que vaya y desprender tu dulce fragancia de amor y perdón, aplicando la tolerancia. ¡Gracias!, sé que estás atento a mis ruegos. Amén, amén y amén.

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