martes, 5 de abril de 2016

ANSIEDAD

“echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” (1ºPedro 5:7)

¡¡¡Descansa en tu Dios!!! ¡¡¡Deja tus problemas en sus manos!!! ¡¡¡El sabe cuidar de tu vida mejor que vos mismo/a!!!
Es tu Padre, tu Creador, sabe de qué cosas tienes necesidad aún antes de que se las pidas o antes aún de que te des cuenta de que las estás precisando.
¿Cuál es tu carga? ¿Decepción, traición, soledad, tristeza, falta de perdón, culpa? ¡¡¡Dios es más grande de todos tus problemas!!!
Jesús venció a la muerte y al pecado para que vos seas bendecida/o en todas las áreas de tu vida.
¡¡¡Él está vivo!!! Hará todo lo posible para encontrarte y bendecirte…
Vamos a hacer juntos esta oración que traerá calma a tu mente y a tu cuerpo y llenará tu espíritu de gozo.
Señor, dejo toda mi ansiedad a tus pies, reconociendo mi necesidad espiritual. En el Nombre de Jesús, desacelera los latidos de mi corazón, trae calma a mi mente, te entrego uno a uno de mis pensamientos.
Disminuye mi aceleración, mi ritmo alocado, mi apuro, dame tranquilidad.
Toma el control de la tensión de cada uno de mis músculos y de cada uno de mis nervios.
Vela en la cabecera de mi cama, para que pueda conciliar un buen y reparador sueño que traiga descanso a mi cuerpo y a mi mente.
Enséñame a descansar, a disfrutar de los momentos placenteros.
Modera mi ansiedad, para que yo pueda sentir en todo tiempo, aún en medio de mis actividades diarias tu presencia en mi corazón.
Dame la sabiduría necesaria para hablar, cuando haga falta, pon guarda a mis labios cuando la ocasión amerite que calle.
Lléname de gozo para alabar, cantar, sonreír, tratar de estar siempre de buen humor, aún en las peores circunstancias.
Ayúdame a crecer y a poder dar las gracias por todas las bendiciones que ya tengo, mi familia, mi trabajo, mis amigos y todas las nuevas que van a comenzar a inundar mi vida cuando pueda dejarte definitivamente mi ansiedad y mis preocupaciones.
Pero por sobre todo que yo pueda reconocer, aceptar y agradecer tu infinito amor, tu invalorable paz y tu presencia en mi vida.
Sé que el enemigo de mi alma, si no puede pararme, trata de acelerarme, es por eso que HOY decido entregarte mis cargas porque sé que la tomará y seré definitivamente LIBRE. Amén, Amén y Amén.


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