martes, 7 de enero de 2020

CRUZAR EL 2020…


“… a fin de que sepáis el camino por donde habéis de ir, por cuanto vosotros no habéis pasado antes de ahora por este camino” (Josué 3:4)

Así como al pueblo de Israel el arca (que simboliza la Presencia de Dios) le mostraba el camino, del mismo modo el caminar con el Señor, nos proporciona las estrategias necesarias para hacer frente a cualquier situación que se plantee en este camino por el que habremos de transitar en este nuevo año que recién comienza.
Aunque tengamos muchos años y hayamos acumulado mucha experiencia en el pasado, cada nuevo día traerá su propio reto…
Cada día será un nuevo desafío por el que no hemos transitado antes. Nuevas decisiones que tomar, nuevos caminos para transitar, nuevos gigantes para vencer…
¿Cuál es el secreto?
El único secreto es no dejar a Dios fuera de los proyectos… esta es la clave para vivir un año pleno, bendecido, en paz, sin sobresaltos, sin ansiedades ni temores.
¡Claro! será necesario dejar de lado costumbres y situaciones que “apartan” nuestros pies del camino que la Presencia de Dios nos marca.
¡Siempre para obtener un buen, es necesario renunciar a “algo”… pero… ¡vale la pena1
Tal vez estás atravesando el río oscuro, turbulento, del temor, de las debilidades…
Si estamos dispuestos a creerle a Dios, Él nos guiará y nos protegerá… ¡No estamos a la deriva o en las manos del destino!
¡Estamos en las manos del Dios vivo! Él llevará Su luz a tu camino de manera que tu FE supere tu miedo y además sea tan contagiosa, que puedas influir en otros.
Tal vez la incredulidad y el temor te están paralizando, pero tu fe debe prevalecer porque “la victoria que vence al mundo es la fe” (1Jn 5:4) La Presencia del Señor estimula y fortalece nuestra FE para que podamos avanzar por nuevos caminos. Caminos que no conocemos, pero que Jesuús ya los ha transitado, caminos empinados que nos quitan el aliento… caminos rocosos que hacen doler nuestros pies, tramos que nos fatigan y ríos tormentosos que deberemos cruzar… Jesús los ha atravesado antes, ya estuvo en nuestros zapatos y no permitirá que des ni un solo paso que tus pies no puedan soportar. Te fortalecerá para que puedas hacerlo o cambiará las circunstancias para que no sea necesario tomarlo…
Oremos: Padre, gracias por contar contigo en los momentos de adversidad donde vos vas delante mostrándonos y allanando nuestro camino, ayudándonos a no soltarnos de Tu mano, pero que sea por amor y convicción, no por miedo. En el Nombre de Jesús, Amén, Amén y Amén

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