Muchas veces pensamos ¡qué hermoso hubiera sido conocer y caminar con Cristo cuando estaba en la tierra!
Sin embargo, si lo pensamos mejor, es hermoso conocerlo tal cual es ahora, para llegar a tener una comprensión más profunda del Cristo eterno.
Poder "contemplarlo" con los ojos del espíritu, en su eternal estado es mejor que haberlo contemplado en carne, durante su ministerio terrenal.
"Dichosos los que creen sin haber visto" Juan 20:29
Es una ventaja a nuestro favor, ya que Jesús es más que un personaje histórico, es un Dios vivo.
A los discípulos les costaba mucho entender algunas cuestiones del espíritu, tal vez un impedimento grande fue "conocerlo en la carne", en la realidad cotidiana, conocían su apariencia, su voz, su manera de andar, sus gestos, sus miradas...
Nosotros no tenemos nada de eso, no tenemos un conocimiento retrospectivo, estático, que no produce crecimiento. Conocer al Señor actual, representa algo más dinámico... lo conocemos y lo seguimos conociendo más y más cada día.
La clave del crecimiento espiritual es conocer a Cristo como él es ahora...
Cuando fijamos la mirada en Jesús, experimentamos la unidad...
Lo que divide, es una serie de preceptos y doctrinas acerca del Cristo histórico...
Cristo mismo vive en el corazón de cada creyente a través del sello del Espíritu Santo en nuestro interior. No somos gobernados de forma experta, sino por el mandato interior del PROPIO REY...
¡¡¡ ALELUYA!!! ¡¡¡GLORIA AL SEÑOR!!!
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