“Sé para mí una roca de refugio adonde recurra
yo continuamente” (Sal 71:3)
La oración es la mejor terapia
en contra de la ansiedad causada por los problemas y las preocupaciones.
Dios, nuestro Padre, es el
mejor terapeuta y el ÚNICO que tiene la SOLUCIÓN a TODOS nuestros problemas.
Él conoce tu problema, cuenta
tus lágrimas y guarda en su redoma cada una de ellas.
Él te espera para darte la
salida.
Tiene un plan para resolver tu
problema, ¿estás afanada/o?, ¿preocupada/o?, ¿turbada/o?...
Cierra tus ojos y repite hasta
que se te grabe en tu mente y en tu corazón
NO ME PREOCUPO POR NADA, ORARÉ
POR CADA UNA DE LAS COSAS QUE ME
MANTIENEN INQUIETA/O Y NO ME DEJAN DESCANSAR NI DISFRUTAR MI VIDA.
Cuando oras, Dios toma tu
ansiedad y la cambia por Su Paz. Entrega una a una cada preocupación, cada afán
diciéndole todo lo que hay dentro de tu corazón.
Él te ama, no te juzga, quiere
darte ALIVIO, DESCANSO Y PAZ…
Dirigirá tus pensamientos para
que giren en torno a ideas positivas y alentadoras.
Es necesario que tus
pensamientos cambien de dirección para que puedas enfocarte en cosas mejores.
Reemplaza cada preocupación
por una promesa que la contrarreste, en lugar de:
¡no puedo! ¡todo lo puedo en
Cristo que me fortalece!
¡Perderé! por ¡soy más que
vencedor/a!
Si haces esto, el Dios de paz
estará con vos (Fil 4:9) y en lugar de vivir con miedo, tensión y ansiedad,
podrás disfrutar de una paz que hasta a vos mismo/a te sorprenderá.
¡Gracias,
Señor! Por estar conmigo cuando las circunstancias externas amenazan con
destruir mi tranquilidad, llenándome de ansiedad. Sé que te harás cargo de mis
preocupaciones llenándome de Tu Paz, esa paz que supera todo entendimiento. En
el Nombre de Jesús, Amén, Amén y Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario