“Orad sin cesar” (1º
Tesal 5:17)
La oración es el regalo más hermoso que puedes darles a tus seres
queridos, más allá de que ellos crean o no.
¡Tú sí crees! Y con eso es suficiente…
Es el regalo más perdurable, durará toda una eternidad.
Es el regalo más caro, el acceso directo al trono de Dios costó la
preciosa sangre de Su Hijo en la cruz del calvario.
No puedes forzar a nadie a creer, cada uno tiene la capacidad de elegir,
pero NADIE puede impedirte que ores por ellos.
Que los entregues al Señor pidiéndole que tengan un encuentro personal
con Cristo y el Espíritu santo pueda trabajar en sus vidas.
Dios es FIEL y las oraciones de los justos (las tuyas y las mías) siguen
en Su Presencia y seguirán obrando.
Rodea a tu esposo, esposa, hijos, nietos, hermanos, sobrinos, amigos,
vecinos, compañeros, con tus oraciones.
Levanta un vallado de oración en torno a ellos para protegerlos de todo
lo malo de este mundo.
Sólo Dios es quien puede mover sus corazones y es precisamente a través
de tu oración en que formas parte de ese trabajo que Él irá haciendo en sus
vidas.
Que la oración no sea tu último recurso, ante los hechos ya consumados,
ora preventivamente, úsalo como tu primera opción.
Será el mejor legado que puedas dejarle a las generaciones venideras, tu
amor por la oración, tu compromiso por las almas.
Recuerda que tus acciones, valen más que mil palabras.
¡Gracias Dios mío!, porque eres
mi roca de refugio donde puedo entregar cada día a mis amados, sabiendo que en
Ti estarán seguros. Delante de tu trono presento a cada uno de ellos, tú
conoces sus necesidades, sus luchas y sus aflicciones. Te pido en el Nombre de
Jesús que los toques de una manera especial para que se rindan a Ti, te
conozcan, te amen y lleguen a ser NUEVAS CRIATURAS. Amén, Amén y Amén.
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