Siempre me hago esta pregunta…
e imagino ese momento…
Aunque mi mente finita,
no tiene respuesta a esto...
¿Cómo será nuestro encuentro?
¿Cómo reaccionaré a Tu Gloria?
¿Me quedaré yo en silencio?
¿Te alabaré a viva voz?
¿Caeré rendida ante Ti?
¿Lloraré intensamente?
¿Enmudecerá mi boca?
¿Tu luz me deslumbrará?
¿Sentiré un gozo supremo…?
¿O una vergüenza sin par?
Mi pequeñez, ante Tu grandeza…
Mi indignidad, frente a Tu Majestad…
Claramente podré ver,
esa imagen que por FE,
he contemplado mil veces...
Tú, abriéndome tus brazos…
Yo temblando de emoción…
Como una niña pequeña,
despojada y desprovista,
¡Sólo ansiándote Señor!
No hay comentarios:
Publicar un comentario