El Señor siempre está presente en nuestras batallas. Eben ezer significa piedra de apoyo... Samuel levantó una piedra como memorial para recordar como dios los había ayudado en sus batallas en contra de sus enemigos...
Un monumento, un memorial, se erige para recordar que algo grande ha sucedido en ese lugar...
hoy, último día de este año, levantamos, no una piedra, sino el Nombre del Señor, no en un sitio geográfico, sino en nuestro corazón, para decir, recordando...
Un año más termina y hasta aquí, nos ayudó el Señor... Y eso no significa que no lo seguirá haciendo, sino todo lo contrario...
Esta expresión nos invita a reflexionar y a examinar nuestro andar...
¿Cómo ha sido nuestro caminar con Dios y con los demás durante este año?
¿Nos fue bien? ¿No nos fue tan bien? ¿Hemos madurado? ¿Avanzamos? ¿Nos hemos detenido?
¿Seguimos quejándonos por las mismas cosas? ¿Empantanado/as en las mismas situaciones?
Veinte años tuvieron que pasar para que Israel pudiera por fin obtener la victoria sobre los filisteos (pueblo enemigo)
Este es un tiempo de hacer un ALTO... detenernos y reflexionar...
tal vez nos sentimos abrumados, cansados, desalentados, no reconocemos cuántas bendiciones el Señor ha derramado sobre nuestra vida a pesar de las aflicciones de las que ninguno estamos exentos.
el Señor nunca se ha apartado de nosotros, siempre ha estado junto a nosotros, siempre nos ha ayudado, siempre nos ha protegido y en los peores momentos, nos ha cargado amorosamente en sus brazos...
Eben ezer... lo ha hecho, lo hace y lo seguirá haciendo...