viernes, 31 de diciembre de 2021

EBEN EZER


 
"Tomó luego Samuel una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó el Señor" (1 Samuel 7:12)

El Señor siempre está presente en nuestras batallas. Eben ezer significa piedra de apoyo... Samuel levantó una piedra como memorial para recordar como dios los había ayudado en sus batallas en contra de sus enemigos...
Un monumento, un memorial, se erige para recordar que algo grande ha sucedido en ese lugar...
hoy, último día de este año, levantamos, no una piedra, sino el Nombre del Señor, no en un sitio geográfico, sino en nuestro corazón, para decir, recordando...
Un año más termina y hasta aquí, nos ayudó el Señor... Y eso no significa que no lo seguirá haciendo, sino todo lo contrario...
Esta expresión nos invita a reflexionar y a examinar nuestro andar...
¿Cómo ha sido nuestro caminar con Dios y con los demás durante este año?
¿Nos fue bien? ¿No nos fue tan bien? ¿Hemos madurado? ¿Avanzamos? ¿Nos hemos detenido?
¿Seguimos quejándonos por las mismas cosas? ¿Empantanado/as en las mismas situaciones?
Veinte años tuvieron que pasar para que Israel pudiera por fin obtener la victoria sobre los filisteos (pueblo enemigo)
¿Cuándo la obtuvo? Cuando reconocieron que no habían hecho las cosas a la manera de Dios, entonces, se volvieron sobre sus pasos, se arrepintieron (v2-10). Dios los escuchó y obtuvieron la victoria...
Este es un tiempo de hacer un ALTO... detenernos y reflexionar...
tal vez nos sentimos abrumados, cansados, desalentados, no reconocemos cuántas bendiciones el Señor ha derramado sobre nuestra vida a pesar de las aflicciones de las que ninguno estamos exentos.
el Señor nunca se ha apartado de nosotros, siempre ha estado junto a nosotros, siempre nos ha ayudado, siempre nos ha protegido y en los peores momentos, nos ha cargado amorosamente en sus brazos...
Eben ezer... lo ha hecho, lo hace y lo seguirá haciendo...


¡¡¡BENDECIDO Y VICTORIOSO 2022!!!


domingo, 3 de octubre de 2021

LIBERACIÓN DE LA RUINA

 

“Envió su palabra y los sanó y los libró de su ruina” (Salmo 107:20)

Muchas veces la enfermedad aparece como consecuencia de la transgresión, es decir de violar los límites a sabiendas.

Aunque se vive como un castigo, en realidad, no lo es… ya que no se trata de una acción directa de Dios, sino de la consecuencia de nuestras acciones por la mala elección que hemos hecho.

Toda acción tiene un resultado, esto es así, en lo natural y también en lo espiritual, ya que lo visible en el mundo natural, es un reflejo del mundo espiritual.

Ignoramos las bendiciones que provienen de cumplir  la voluntad del Señor y nos exponemos de ese modo a los juicios que supone violarlas.

“Amó la maldición y esta le sobrevino, no quiso la bendición y esta se alejó de él” (Salmo 109:17)

Dios es pura bondad y amor, pero también es un juez justo. Sin embargo, como es absolutamente misericordioso, nunca nos paga como mereceríamos, su gracia nos mueve a un arrepentimiento genuino y de ese modo obtener liberación a esos males que nos afectan.

A menudo la gente se acuerda de Dios y clama a Él, cuando le asalta la calamidad. Inevitablemente, nos guste o no, las tormentas nos llegan a todos.

Fuertes dificultades en todas las áreas, familiar, económica, vincular, laboral, o una severa enfermedad, pueden alcanzarnos muchas veces como consecuencia de nuestra decadencia.

No siempre somos conscientes de ello… Pero la buena noticia es que si buscamos a nuestro Sanador con un corazón contrito, clamando por liberación, la calamidad, puede ser trastocada y recibiremos sanidad espiritual que se traducirá en lo físico.

Dios nos sana a través de su Palabra, como lo hizo con el siervo del centurión (Mt. 8:8) cuando nos acercamos a Él con confianza y fe… recibiremos ese toque que tanto estamos necesitando…

 

Oremos: por todos los que padecen males, tanto en el cuerpo, como en el alma y aún en el espíritu…


miércoles, 4 de agosto de 2021

EN EL TIEMPO APROPIADO

“Todo tiene su tiempo y todo lo que se quiere debajo del sol tiene su hora”
(Ecl.3:1)
Cuentan que una vez un hombre envió a su  hijo al río a llenar una vasija recomendándole que no demorara.
Mientras el jovencito realizaba el encargue, su papá lo observaba. Vio que ponía el recipiente debajo de un gran chorro que caía como cascada con tanta fuerza que no sólo no lograba entrar dentro del recipiente, sino que melló su cuello con el golpe intenso del agua.
Cuando el hijo regresó, no sabía de qué modo decirle a su papá que no sólo la vasija estaba arruinada, sino que el agua estaba turbia, a pesar de que el río tenía aguas cristalinas.
El papá con una sonrisa indulgente le preguntó cómo había sucedido eso (a pesar de que él había visto todo lo ocurrido)
Quería llenarlo lo más rápido posible, le dijo el niño, con tristeza, no sabía que se arruinaría.
Sólo tenías que sumergir la vasija en el río, hijo querido, no te preocupes y agregó a modo de lección ejemplificadora.
“Muchas veces en nuestras tratamos de  llenar nuestras vasijas a nuestro tiempo, en un mundo acelerado y convulsionado y terminamos averiados, como este recipiente”
Pero Dios conoce nuestra capacidad, y sabe que si hacemos las cosas como nosotros queremos podemos hacernos daño pues no estamos capacitados para hacerlo en ese momento, por eso logramos las cosas a medias y el agua que conseguimos no es pura, sino turbia.
Queremos tener todo YA y en el proceso salimos heridos por no dejar que Dios nos sumerja poco a poco en la corriente calmada del río del Espíritu.
Dios conoce la capacidad de cada uno. Es por eso que no debemos hacer las cosas en nuestro momento, sujetas a nuestro capricho y ansiedad.
Dios desea llenar tu cántaro hasta el tope, pero en SU momento y según TU capacidad.

Oremos: Señor danos sabiduría para esperar tus perfectos tiempos, no apresurarnos, no actuar impulsivamente, sino con prudencia y fe, en el Nombre de Jesús te lo pedimos, Amén, Amén y Amén.
 

miércoles, 16 de junio de 2021

AL ABRIGO DE DIOS

"Señor, hazme conocer tus caminos; muéstrame tus sendas. Encamíname en tu verdad. ¡Enséñame! Tú eres mi Dios y Salvador ¡En tí pongo mi esperanza todo el día! (Salmo 25:4-5)

Estar al amparo del Señor es conocer Su amor, tener la certeza de Su Presencia, la convicción de sus cuidados.
Es sentirnos en Su regazo, protegidos, amados, guardados, consolados, redimidos, rescatados...
Muchas veces los enemigos que aparecen son externos, enfermedad, dolor, escasez... Pero otras, son internos y tienen que ver con nuestro carácter y errores en nuestra manera de relacionarnos.
Necesitamos de Su guía, para poder tener un andar firme, seguro, para no tropezar...
Caminar sólo en la verdad, ´emet en hebreo, que significa estar firme, permanecer... Encierra un sentido de confianza, firmeza y seguridad.
La verdad es algo a lo cual una persona puede confiar su vida. Jesucristo es la verdad y la luz de nuestros ojos (espiritualmente hablando por supuesto)
´emet se escribe con la primera, la última y la letra central del alfabeto hebreo. Es por eso que la verdad (Cristo) constituye el sostén del principio y el fin de toda la creación, así como de todo lo que ella encierra.
Es por eso que el salmista, el rey David, apela a la bondad y a la misericordia del Señor, a Su rectitud, para ordenar sus caminos, no se basa en su propia prudencia.
La vida nos lleva a veces por caminos inesperados, pero el cuidado de Dios y Su amor, siempre nos conducen al sitio seguro: Sus brazos.
La incertidumbre despierta temores, nos sentimos en oscuridad y muchas veces no tenemos idea de cómo continuar... 
No necesitaríamos guía si no nos sintiéramos confundidos en algún sector de nuestro camino... Pero allí, como una cuerda segura que nos mantiene unidos a la única hoja de ruta cierta, Dios mismo, aflora la esperanza.
Aún cuando todo se presenta difícil, duro, incierto, estamos a salvo, en paz y confiados, muy junto al corazón de Dios acompasando nuestro ritmo al suyo. Unidos por la esperanza, seguros, con una puerta que se abre cada amanecer para avanzar y otra que se cierra, para dejar atrás todo aquello que ya fue, porque el Señor hace TODO NUEVO...

Oremos: por todos aquellos que se encuentran sin rumbo, sin guía, en medio de la oscuridad, inseguros, que han perdido toda esperanza, para que se vuelvan hacia el ÚNICO capaz de ofrecer seguridad en un mundo tan inseguro, certezas, en un tiempo tan incierto...

domingo, 30 de mayo de 2021

HACER TODO CON EMPEÑO

“Y todo lo que esté en tu mano hacer, hazlo con todo empeño” (Eclesiastés 9:10)

Cada día es una nueva oportunidad, una hoja en blanco para ser llenada. Nos levantamos, extendemos nuestros brazos, abrimos el corazón y avanzamos. Todos empezamos el día en la misma línea de partida… disponemos de la misma cantidad de horas…

Tal vez nos alistamos y comenzamos la jornada, pero el día se complica, trae su propio mal, su lucha y… ¡bajamos los brazos!

¿Qué nos dice Dios?

Avanza a pesar de… Él emplea cada minuto, cada segundo para nuestro bien y usa cada obstáculo que se presenta como un escalón, para que podamos desarrollarnos y subir a un nivel superior, a un nivel más alto.

¿Cuál es la clave?

Confiar, mantenerse a pesar de lo difícil de la situación, conservar la fe, poniendo la mirada no en nuestras fuerzas, recursos, aptitudes, sino en el Señor.

En el “mientras tanto”, Él trabaja en nuestro ser interior, puliendo, podando, refinando. Mientras nosotros hacemos nuestra parte, confiando y extendiéndonos hacia adelante, Dios poderosamente hace lo suyo. Estamos en proceso, mientras avanzamos de a un pasito a la vez. Cada paso que demos tiene un valor especial… ¡No nos quedemos estancados! ¡Avancemos por fe, como viendo al Invisible!

Muchas veces no queremos seguir, por temor a tropezar… y… ¡puede ocurrir! Pero… el Señor nos sostiene de una manera especial para evitar que caigamos.

Aún si caemos, Él tiene todo el poder para levantarnos, sanar nuestras heridas y raspones con su ungüento santo y alistarnos para continuar la carrera que tenemos por delante. 

¿Qué tienes para hacer en este día?


Oremos: por aquellos que han bajado los brazos y no quieren continuar, para que sean tocados por el poder de dios que precisamente se perfecciona en medio de la debilidad.

Es Su poder el que nos hace fuertes, porque es Cristo en nosotros, la esperanza de Gloria.

 

 

domingo, 23 de mayo de 2021

LA MISERICORDIA DE DIOS

“Muchos dolores habrá para el impío; más al que espera en el Señor, le rodea la misericordia”(Salmos 32:10)

A pesar de hacer las cosas correctamente, tratando de mantener buenas relaciones con todos, las cosas no siempre nos salen bien. Por lo general tenemos tropiezos, complicaciones, dificultades y ¡claro! cuando esto ocurre somos tentados a mirar lo bien que les va a otras personas, cuyas vidas dejan bastante que desear y sin embargo, obtienen mejores resultados.

Hay personas que van cambiando su comportamiento escudándose en que si todos lo hacen por qué yo no y buscando justificar sus actitudes para lograr mejores resultados.

¡Qué fácil es caer en ese tremendo error que puede costarnos muchas lágrimas!

El Señor nos advierte el fin de ellos y nos recuerda que Su misericordia nos acompaña cada día. Tomados de su mano y caminando en Su voluntad, todo tendrá un buen final, independientemente de que aún no lo veas.

¡No te dejes abrumar por las circunstancias! ¡No te compares con nadie!

Concéntrate en el propósito que Dios tiene para tu vida y avanza conforme a eso, con la seguridad de que su voluntad siempre es buena, agradable y perfecta.

¡No mires el bienestar de otros! Posiciónate en lo que el Señor te ha prometido y avanza con fe, aunque no entiendas por qué los otros logran buenos resultados aún andando por malos caminos…

No permitas que esos pensamientos de celos, de envidia aniden en tu corazón, llenándote de amargura.

Aunque no puedas verlo, Dios está obrando, si depositas tu plena confianza en Él, si quitas la mirada de los demás y la fijas en Jesús, tu corazón se llenará de esperanza y paz.

Oremos: por aquellas personas que sacan sus ojos del Señor para posarlos en las personas y en sus logros, sin tener en cuenta de que cada uno somos únicos para Él y tiene un plan perfecto para nuestra vida. 

 

jueves, 13 de mayo de 2021

Lamento versus esperanza...

 "Y mi alma se alejó de la paz, me olvidé del bien" (Lm 3: 17)

Muchas veces, tal como el profeta Jeremías que es el autor de este libro, nos vemos así: envejecidos, quebrantados, torturados, como viajeros desorientados, en amargura... y... ¡claro! la paz se aleja...
En realidad la paz no se aleja, somos nosotros los que, al fijar la mirada en el problema, en la situación, nos olvidamos de todo el bien recibido y de cómo hasta aquí hemos sido protegidos....
Como consecuencia la situación negativa se agigante y perdemos las fuerzas y las esperanzas....
El alma se abate, no encontramos la salida, y hasta podemos decir... ¡¡¡hasta cuándo, Señor!!!
¿Hasta cuándo?
Hasta poder salir de ese encierro, de esa prisión en la que nos encontramos que nos obnubila la mente y el espíritu de tal modo que hasta podemos llegamos a pensar que nuestras oraciones no ascienden hasta Dios.
Nuestra mirada se distorsiona... hasta que de pronto, recapacitamos... "recordamos algo" que logra que nuestra esperanza renazca...
¿Qué es?
Las misericordias de Dios... gracias a ellas no hemos sido consumidos, porque NUNCA decaen sus misericordias, son nuevas cada mañana, porque grande, muy grande es su fidelidad.
Misericordia, hesed en hebreo, indica un sentimiento íntimo, profundo, amoroso, se trata de un pacto de amor. 
Está vinculado a su fidelidad y permanece para SIEMPRE, nunca caduca, se renueva cada mañana...
entonces, al igual que el profeta estaremos en condiciones de afirmar:
"esto recapacitaré en mi corazón, por lo tanto esperaré" (v 21)
La espera con paciencia y confianza depositada en el Señor es el único camino que nos conducirá a buen puerto.
Dios es misericordioso, compasivo, fiel, no entristece voluntariamente a los hijos de los hombres.
Nunca añadirá un gramo más de carga de la que podamos resistir.
Es importante tener una clara visión acerca de la naturaleza de nuestro Dios soberano, que también es un Padre amoroso que está en control.
Las pruebas son necesarias, no para Él que conoce TODO acerca de nosotros, sino para que nos conozcamos a nosotros mismos, porque es precisamente en ese tiempo difícil, donde aflora absolutamente todo lo que hay en nuestro corazón,
Necesitamos escudriñar nuestros caminos y levantar nuestros corazones hacia el Señor que permanentemente nos dice "no temas". Él aboga la causa de nuestra alma y redime nuestra vida...
¡Cómo no poner nuestra confianza en Su persona! En el único que puede transformar nuestro lamento en una renovada esperanza...




domingo, 18 de abril de 2021

FAMILIAS DISFUNCIONALES

“Yo seré por Dios a todas las familias…” (Jer. 31:1)

Dios ama la familia y en toda su Palabra apunta a la formación de familias saludables, felices y funcionales. Pero, el problema número uno en esta sociedad en la que vivimos, es la destrucción de la familia, la desintegración de la misma. Hacia allí apunta sus dardos el enemigo de nuestra alma. Una vez que logra abrir brecha en ella, le será muy fácil ingresar e ir tomando posesión de cada uno de sus miembros.

En estos últimos años ha aparecido un término que trata de explicar esta situación, y habla de familias disfuncionales.

¿Qué significa disfuncional? Dis- es un prefijo que significa dificultad o anomalía. Si lo aplicamos al funcionamiento de una familia, estamos hablando de un grupo familiar que se maneja de manera defectuosa.

A medida que la disfunción familiar aumenta, también lo hace la violencia doméstica.

La disfunción familiar afecta la salud mental, emocional y física de cada uno de sus integrantes. Los hijos de este  tipo de familias manifiestan problemas en su comportamiento. Les resulta muy difícil “sujetarse” a la autoridad y su rendimiento escolar resulta demasiado bajo.

Es curioso notar cómo a pesar de los avances científicos y tecnológicos, cuando la familia se desmorona, aumenta el índice de criminalidad juvenil. Teniendo en cuenta que la familia es la célula básica de la sociedad, la unidad fundamental de la civilización, cada vez que una familia cae en disfunción, hay una amenaza para el bienestar de toda la nación.

Pareciera que cuando se suplen las necesidades básicas (físicas, materiales, emocionales y espirituales), los integrantes tienen una buena educación, oportunidades para disfrutar de placeres tales como viajes, recreación y entretenimiento, el resultado será una familia funcional. Sin embargo esto no alcanza.

La verdadera ecuación que da como resultado una familia funcional es:

CRISTO + PALABRA - AVANCE DEL ENEMIGO = FLIA. FUNCIONAL

Al fin de entender el Plan de Dios para la familia, deberemos comenzar desde la primera familia.

Antes de la aparición de la desobediencia y posterior caída, la familia del Edén, era un perfecto triángulo de compañerismo entre DIOS+ ADÁN + EVA…

¡Aplica esta suma a tu familia! ¡Cambiará la manera en que se relacionan!

El resultado de esta vida de compañerismo con Dios es la paz y el gozo. El maligno actúa igual que un intruso que  irrumpe en una casa y roba, destruye, secuestra, viola y mata a veces. Se mete en las familias, invade el corazón de sus miembros y los induce a tomar malas decisiones, la primera de ellas es apartarse de Dios o no tenerlo en cuenta.

Padre amado, en este día me entrego a Ti y te entrego a cada uno de los miembros de mi familia (nombrarlos) para que Tú reines en ella. Creo que actuarás con poder para que se cumpla Tu palabra “serás salvo tú y toda tu casa” En el Nombre de Jesús, Amén, Amén y Amén.

sábado, 27 de marzo de 2021

FRESCURA ESPIRITUAL

 

“Feliz el hombre… que pone su amor en la ley del Señor y en ella medita noche y día... es como un árbol plantado a la orilla de un río, que da su fruto a su tiempo y jamás se marchitan sus hojas, todo lo que hace, le sale bien” (Salmo 1:1-3)

Las viejas formas no permiten que la frescura espiritual del evangelio se manifieste. Quien ha puesto la confianza en el Señor, ha descubierto el secreto de gozar de la verdadera felicidad. Es quien no se allana a la corriente que la sociedad ofrece. Y estas personas, son comparadas con un árbol plantado junto a corrientes de agua. Sin agua suficiente un árbol se seca, pero… plantados junto al río del espíritu que es fuente inagotable, estaremos siempre verdes, frescos, proveyendo de sombra a pájaros, caminantes y animales diversos que la necesiten.

Quien pone su confianza en el Señor, nunca estará seco, todo lo contrario, será renovado y agradable. Al tener raíces profundas siempre tendrá una palabra constructiva para compartir y edificar a otro, conversaciones con contenido, palabra de Dios fresca para compartir con quienes lo necesiten. Darán frutos, no serán estériles, su hoja no caerá porque estará viva, las hojas muertas, secas, son las que se caen… Pero en la vida de una persona que tiene su confianza puesta en el Señor, no se muere nada, ni envejece, porque hay una renovación constante y permanente.

Cuando somos rutinarios, monótonos y no nos renovamos, perdemos frescura espiritual. Es necesario una renovación constante y continua… Y a eso sólo lo lograremos junto a la FUENTE DE AGUA VIVA, porque bebiendo de ella, absorbiendo ese precioso líquido, nunca estaremos secos.

Busquemos ser transformados mediante la renovación de nuestro entendimiento para comprobar cuál es la voluntad de Dios para nuestra vida y tomar buenas decisiones que nos conducirán a caminar de gloria en gloria, de victoria en victoria y de bendición en bendición. Cuando esto sucede, la frescura espiritual inundará mente, emociones y hasta el cuerpo se rejuvenecerá…Es hora de echar raíces profundas en el Señor, es la única manera de poder soportar esta prueba tan tremenda que están experimentando todas las naciones de la tierra…

Dejémonos moldear por el Señor, para que nuestra vida adquiera un verdadero sentido… La felicidad verdadera no significa estar libre de problemas, caímos una, dos, diez veces… bueno, sacudámonos el polvo y recomencemos. Todos los guerreros caen, pero sólo los vencedores eligen volver a levantarse…

Dios nos transforma en personas resilientes para que sigamos avanzando. El tiene planes perfectos para nuestra vida y Sus planes no pueden ser frustrados, nos da la fortaleza y la capacidad para volver a levantarnos. Podemos recomenzar, tenemos los recursos necesarios, no somos de los que retrocedemos, poseemos recursos inagotables para volver empezar…

Los justos podrán tropezar 7 veces, pero volverán a levantarse dice Proverbios 24:16…

JESÚS NOS OFRECE UNA NUEVA VIDA BASADA EN LA FE

 

lunes, 8 de febrero de 2021

SER AGRADECIDOS…


 "Den gracias al Señor por su gran amor, por sus maravillas a favor de los hombres”    (Salmo 107:8)

Tenemos tendencia a ser desagradecidos… Nos quejamos por todo… 

¿En qué lugar te ubicas? 

¿En el agradecimiento o en la queja?

Si sientes que “el mundo” te debe “algo”, vas a vivir insatisfech@ y amargad@... Tus expectativas tal vez no sean cubiertas y nunca consigas lo que esperas…

Es necesario reconocer que es muy probable que tus cosas no se resuelvan del modo en que quieres, ni tus relaciones tal vez sean como las imaginaste, ni tu casa tan linda como pensabas que sería…

Si optas por la queja y el lamento, puedes llegar disgustad@, infeliz y desdichad@ a una muerte prematura por la pérdida de la alegría y la esperanza…

Cuando permites que la conmiseración, la pena por ti mism@ te invada… sentirás que “el mundo” no te merece… entonces vivirás resentid@ y no dejarás que el agradecimiento florezca en tu corazón y sea expresado por tus labios.

La persona orgullosa no es agradecida, porque piensa y está convencida de que nunca recibe lo que merece…

Contrariamente, un corazón agradecido puede ver y reconocer cada día como un regalo…

Se enfoca menos en lo que le falta y puede ver todos los privilegios que sí tiene…

El corazón agradecido, desde que despierta, va recogiendo razones para agradecer… poder escuchar, poder ver, la posibilidad de disfrutar de un baño caliente, un plato de comida…

La gratitud disipa la ansiedad, como el sol hace con la neblina…

Cuando tu corazón es agradecido, sonríe, y esa sonrisa que se expresa a través de tu boca, toca almas, da color a otras vidas y consigue contagiar esa actitud…

Un corazón agradecido está lleno de alabanza a Dios, por Su amor incondicional y su perdón inmerecido…

Lo valioso está en casa, en la familia… No permitas que el desaliento te susurre al oído… Piensa y agradece por las bendiciones de las cuales gozas y que tal vez ni has reconocido…

¡¡¡Seamos agradecid@s!!!

No dejemos escapar la oportunidad de agradecerle por esos detalles de amor con que nos provee cada día…

El mejor regalo que hemos recibido jamás es la salvación de nuestras almas que Dios nos concedió a través del sacrificio de su Hijo en la cruz, gracias al cual hemos sido perdonados y reconciliados…

¡¡¡Cómo no agradecer!!!

 

 

 

sábado, 30 de enero de 2021

LECCIONES

 

Lámpara es a mis pies tu Palabra y lumbrera a mi camino” (Salmo 119:105)

Nuestra vida está en las manos de Dios, si voluntariamente se la entregamos, Él nos dará sabiduría y entendimiento para administrar todo lo que ha sembrado dentro de ti y de mí.
Estamos, desde que nacemos. inscriptos en una universidad que llamada vida. Cada día en esta escuela tendremos la oportunidad de aprender nuevas lecciones.  Nos gusten o no, con ganas. o sin ellas, son lecciones y hay que aprenderlas.
Una lección es repetida hasta que es  aprendida.  Esa lección será presentada una y otra vez de varias formas hasta que la aprendamos.
Solo cuando esté aprobada podremos pasar a la próxima lección. No hay atajos en esto, no hay manera de copiar, nos hay cursos gratis, ni diplomas comprados en la vida. 
No hay fracasos, solo lecciones.  Cada lección es fundamental para el crecimiento y claro, el crecimiento es un proceso que implica errores, pero en la vida y con Dios esos errores se convierten en lecciones.
Todos los que han logrado algo en la vida podrán decirnos cuantas han sido las veces que no lo lograron, pero eso no los detuvo.
El aprendizaje de lecciones es un proceso que no tiene fin.  No existe parte de la vida que no contenga lecciones.  Mientras sigamos vivos, habrá lecciones que aprender.
La carrera de la vida y el diploma de la existencia humana no es el producto de un curso de algunos años, toda la vida es el curso. Es una carrera con una meta infinita.
Es necesario que hagamos de nuestra vida algo que crece.  Poseemos todas las herramientas y recursos que Dios ya nos ha dado para tal fin.
Lo que creemos con esas herramientas determinará nuestro crecimiento, pero siempre la decisión es personal.
Dios ha puesto en nuestro interior, instrumentos para la formación de nuestra vida. No pospongamos, no esperemos estar allí, pensando que será mejor que aquí…  Cuando el allí ha llegado a ser nuestro aquí, simplemente habrá otro allí que parece mejor que el aquí. 
Por lo tanto disfrutemos nuestro aquí y ahora, sin mirar los campos ajenos que parecen más verdes, cuando el nuestro lo único que necesita en un poco más de diligencia en el riego, en el abono de la tierra…
No nos desenfoquemos, ni nos quedemos sumidos en las dudas. Las repuestas están en la Palabra de Dios.  Cuando las dudas nos asalten y la confusión nos rodee busquemos las respuestas en la Palabra de Dios.
La Biblia sigue siendo el manual del fabricante…. No perdamos más tiempo…Dejemos que Dios nos hable, nos enseñe y nos guíe. 
Esperemos con confianza lo que Dios nos tiene reservado en este nuevo año. No perdamos la fe, ni la posibilidad de ser enseñados por el Ser más sabio del Universo… lecciones “directas del cielo”…