lunes, 16 de abril de 2012

Un problema de identidad

Hace un tiempo leí una historia que me gustó mucho y hoy en el día de mi cumpleaños, la quiero compartir con vos, que estás leyendo estas reflexiones.
Se trata de un árbol triste y te preguntarás: ¿cómo es eso?. Sí, en una quinta muy hermosa y cuidada había gran cantidad de árboles frutales. Se los veía muy saludables, repletos de frutos, cada uno en su tiempo.
Pero uno de los árboles era totalmente distinto a los demás. A pesar de ser majestuoso, permanecía triste y apagado.
Sus compañeros le daban consejos para que pudiera fructificar, pero nada, pasaban las temporadas y no daba ni manzanas, ni peras, ni naranjas, ni duraznos…
Un día llegó hasta la quinta un búho, que tenía fama de ser la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, le dijo: - tu problema no es tan grave, es el mismo que el de muchísimos seres humanos. Yo te daré la solución. No te frustres por no ser como todos los demás. Sé tu mismo, conócete, y para lograrlo, escucha tu voz interior.
Entonces, como si de pronto se hubiese descorrido un velo delante de sus ojos, abrió su corazón y pudo escuchar una voz que le susurraba:
- Tú no eres un árbol frutal, sino un roble, y tu destino es crecer grande y majestuoso.
Dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje... Esa es tu misión "Cúmplela".
Por primera vez en su vida, el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado. Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos.
Todos nacimos con un propósito, conocerás tu esencia, cuando comiences a conocer a tu Creador.
¿Cómo puedes lograrlo?. A través de la lectura de su Palabra, la Biblia es el manual de instrucciones que nos dice de qué forma tenemos que pensar, actuar y sentir para poder desarrollarnos en todo aquello para lo cual fuimos creados.
Comienza leyendo el Salmo 1, en los dos primeros versículos, nos dice:

“¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores, sino que en la ley del Señor está su deleite, y en su ley medita de día y de noche!
Será como árbol firmemente plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto a su tiempo, y su hoja no se marchita; en todo lo que hace, prospera”.

DECÍDETE A DEJAR EN LIBERTAD TU VERDADERA IDENTIDAD, SIN TRATAR DE PARECERTE A NADIE. ASÍ TE HIZO TU CREADOR, ASÍ TE ELIGIÓ Y TE LLAMÓ PORQUE TE AMA Y TIENE UN CAMINO HERMOSO PREPARADO PARA TI. CRÉELE Y CAMINA ERGUIDO/A PORQUE ES TIEMPO DE AVANZAR HACIA TU REAL DESTINO.

1 comentario:

lucy dijo...

¡¡¡ Querida Marta !!!
Muy acertada tu reflexión. Somos seres únicos e irrepetibles creados por Dios y para Dios. Aceptemos el plan que tiene para nosotros, porque es el mejor y porque se cumplirá.
¡¡¡ Te requiero, vos lo sabés y te deseo que .. cumplas muchos más. . . Besos