jueves, 18 de febrero de 2016

¿ESTAMOS DORMIDOS?

“Por qué dormís? Levantaos y orad para que no entréis en tentación” (Lc. 22:46)
Vivimos en un tiempo en donde es muy fácil enfriarse, dormirse espiritualmente. Basta solamente con que permitamos que la humildad se oculte de nuestra vida y afloren el orgullo y la vanagloria.
¡¡¡Cuidado!!!
Si dejamos de sentir la Presencia de Dios, no es porque Él se ha alejado de nosotros, sino porque estamos “dormidos” en lugar de velar.
Hemos dejado de buscar Su fortaleza, pensando (pobres ilusos) que nuestros logros dependen sólo de nuestras propias fuerzas.
Entonces nos dormimos en los laureles viviendo de glorias pasadas y pasamos a no ser ni siquiera la sombra de lo que hemos sido en algún momento.
¡Recuperemos el primer amor! ¡Volvamos a lo que hacíamos cuando llegamos a Jesús!
Dormir espiritualmente es haber dejado de buscar intimidad con el Señor, haberle quitado el primer lugar, ya no buscar qué nos dice al levantarnos, qué nos aconseja antes de tomar una decisión.
Dormir espiritualmente es leer o escuchar Su Palabra, pero no ponerla por obra.
Es volvernos cristianos nominales, pero no practicantes, sino sólo simpatizantes.
Es no necesitar juntarnos con otros hermanos que tengan nuestro mismo sentir, tener comunión.
Es ya no sentir que el Espíritu Santo nos inquieta cuando hemos hecho algo que está mal, o nos incomoda por haber dado una mala respuesta.
¡Despierta! ¡Sé sincero/a con vos mismo/a! ¿Estás dormido/a?
¡Es hora de salir de tu zona de confort y ponerte en acción!
¡Es tiempo de avanzar!
¿Cómo? Vela conmigo, te dice Jesús, y ora porque el espíritu está dispuesto, pero somos débiles y el hombre fuerte siempre está buscando a quien devorar.
Estamos viviendo tiempos importantes, no sigamos adormilados, ¡el tiempo de la salvación se acerca!

¡Señor!, no permitas que me duerma, que me distraiga del propósito que tienes para mi vida. Quiero estar preparada/o velando, para el día en que vengas a buscarme, porque sé por las señales dadas por Tu Palabra, que los tiempos se acercan y quiero estar preparada/o, lo pido en el Nombre de Jesús, Amén, Amén y Amén.


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