sábado, 8 de diciembre de 2018

PEZ FUERA DEL AGUA



“No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo” (Juan 17:16)

Me encanta comer pescado, pero lo que no me gusta es ver cuándo los pescadores capturan a los peces sacándolos del agua.
Al caminar al atardecer por la costanera de mi ciudad, me puse a observar a un grupo de pescadores haciendo su tarea.
Pude así ver como un pez con desesperación trataba de tomar el oxígeno que solo podía obtener del agua del río, su ámbito natural, tratando de sobrevivir.
Esta situación me llevó a preguntarme:
¿Cuál es el ámbito natural de los hijos de Dios?
El elemento de los hijos y de las hijas de Dios es el Reino, nuestra ciudadanía está en los cielos (Filipenses 3:20)
Nuestro ámbito natural es Cristo, porque los creyentes estamos en Él y Él en nosotros por medio del Espíritu Santo.
Habrá ocasiones en que el diablo hará grandes esfuerzos por sacarnos de nuestro elemento, del Reino, de la Iglesia, de Cristo.
Como un avezado pescador,  lanzará su caña provista con carnadas seductoras… ¡No temas!
La fortaleza para resistir y permanecer fiel  radica en el amor y el temor del Señor.
Salir del elemento al que pertenecen los hijos de Dios no significa otra cosa que morir. Como el pez fuera del agua que mediante bocanadas inútiles intenta respirar para seguir viviendo.
Del mismo modo los hijos del Reino, los del Evangelio de Jesucristo, inútilmente buscarán en el mundo como sobrevivir sin la oxigenación de la Palabra, sin la común unión con otros hermanos, sin la Presencia del Señor, sin el ejército de ángeles acampando alrededor nuestro para defendernos.
¿Por qué?
Por la razón más elemental, no pertenecemos a este mundo. Vivimos en él, pero sólo estamos de paso, es un tránsito hacia nuestra verdadera morada, junto a Jesucristo en el cielo.

Señor Poderoso, sé que estás preparando mi morada eterna allí, en el cielo, junto al Padre y al Hijo. Tengo el privilegio de ser un ciudadano/a del Reino y como tal sé que tendré que recibir envestidas del enemigo de mi alma, no temo, sé que cuando viene la tentación, Tú me darás la salida. En el Nombre de Jesús, Amén, Amén y Amén.

domingo, 14 de octubre de 2018

LA SEMILLA

"Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, el día y la noche"                                                                                           (Gén. 8:22)
Dios estableció el principio de la semilla y la ley de la siembra y la cosecha. Cuando creó la primera cosa viviente, le dio la habilidad de crecer y multiplicarse mediante la "semilla".
Tu vida, mi vida, comenzó por ese principio... el principio de la semilla.
Cada acción realizada desde nuestro nacimiento se rige con ese principio. 
De tu sementera brotan continuamente buenas y malas semillas. Esas semillas ya han sido sembradas y tendrán su fruto.
Esto sucederá inexorablemente, nos hayamos dado cuenta o no, de lo sembrado. Este es un principio eterno, como todos los principios divinos, existió, existe y existirá.
Para que todo el potencial que Dios ha puesto dentro de ti, aflore y se concrete, debes tomar la decisión en forma consciente de seguir la ley divina de la siembra y la cosecha.
Cuando plantas la semilla de la FE, Dios cambia la naturaleza de esa semilla de modo que llegue a ser una planta y el poder de la vida surge... ¡Nada podrá impedir que brote y crezca!...
¡Decídete hoy a plantar la semilla de la FE! 
Todo lo que has perdido, entrégaselo al Señor como semilla y volverá a ti multiplicado...
Para poder salir airos@ de los problemas y pruebas que la vida te presenta y poder fructificar, es decir vivir una vida abundante... ¡Siembra buena semilla!
¿Cómo está tu salud?
¿Cómo se encuentra tu vida espiritual?
¿Estás teniendo una buena calidad de vida?
¿Estás conforme con tu economía?
¡Siembra! ¿Siembra como semillas las promesas que Dios te ha dado y... ¡riégalas con oración, agrega paciencia y sólo confía!...
¡La cosecha será abundante!...

jueves, 23 de agosto de 2018

Leche no adulterada



"Desead como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación" (1 Pedro 2:2-3)
Hace muy pocos meses se han incorporado dos nuevos bebés a la familia. Al observarlos alimentarse, surge esta reflexión...
A escasos minutos de nacer, el bebé desea alimentarse con la leche que le provee su mamá, esto es una señal de buena salud y un síntoma normal de su vitalidad.
Si llevamos esta situación al plano espiritual,ocurre lo mismo. Para el recién nacido en la familia de Dios, quien ha abierto su corazón a Cristo, hay un alimento que conviene y acompaña a la salvación: la Palabra. Esta es la leche espiritual no adulterada imprescindible para un crecimiento sano y eficaz. Así como para el bebé, lo más conveniente y seguro es la leche materna, a pesar de todas las opciones de fórmula maternizada que ofrece el mercado, el alimento más adecuado para nutrir la vida espiritual, es el alimento celestial consignado en las Escrituras.
La nueva naturaleza está hambrienta de ese alimento mediante el cual, Cristo se irá "revelando", la "fe" irá creciendo y cada neurona se impregnará de todo lo que proviene de "la boca de Dios". 
Paralelamente crecerá el tiempo de comunión con el Señor, el tiempo de oración y el deseo de nutrirse de ella.
¿Tienes hambre de la Palabra? ¿La deseas cada día como tu alimento? Sino estás teniendo este apetito sano para tu madurez espiritual es porque te estás alimentando con "otras cosas" que tienen la capacidad de quitarnos el apetito por lo sano y sustancial, porque están repletos de calorías vacías y muy poco valor nutritivo... ¡Cuidado!... ¡Busca la leche pura, sin agregados ni conservantes de la Palabra de Dios para tener así un crecimiento sano y eficaz!...

jueves, 16 de agosto de 2018

Estar en paz en medio de la adversidad

                                                     
Es posible mantener la paz y la calma aún en medio de las circunstancias hostiles... ¡Esa es la FE!... Es precisamente en esos tiempos en los que activamos nuestra FE... Cuando todo anda bien... no hace falta activarla fe, surge el cántico de agradecimiento, surge la confianza... Pero... ¿qué ocurre cuando no tenemos lo que necesitamos, cuando estamos enfermos, cuando somos injustamente tratados, cuando nos persiguen y/nos ponen palos en la rueda, o lo que es peor... nos tienden trampas... Allí es necesaria la FE en acción...
En numerosas oportunidades todo apoyo humano desaparece. Hasta los más amados se retiran, nos dan la espalda, nos acusan, nos ignoran...
¿Sabes por qué Dios lo permite?... Porque quiere estrechar lazos con nosotros...
¿Qué ocurre entonces con nuestra FE? La fe madura, se apoya en Dios y confia... Avanza tranquilamente a través de la tempestad, esperando el socorro de Dios que es el ÚNICO que no falla NUNCA...
La FE sabe que Dios es más grande y poderoso que cualquier circunstancia...La FE espera con paz, hasta el preciso momento en que el Señor intervenga.
La fe inmadura (cuasi incredulidad) es impaciente, se inquieta, quiere tomar las cosas de las manos de Dios porque no puede esperar...
Por no aprender a esperar, actuamos por nuestra cuenta, sin consultar y... ¡zas!... nos equivocamos y después deberemos enfrentar las consecuencias.  
El enemigo de nuestra alma nos susurra al oído, nos da malos consejos y... viene el derrumbe,  por haber actuado locamente, en lugar de permanecer apacible, esperando en Dios. Esa era la actitud de Jesús, el autor y consumador de nuestra FE.
A Él debemos dirigir la mirada y seguir sus huellas en el AMOR del PADRE QUE NUNCA FALLA.
Entonces... cuando nuestra FE sea probada... produciremos cánticos más melodiosos y podremos decir...
"Con todo, yo me alegraré en Jehová y me gozaré en el Dios de mi salvación. Jehová el Señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de ciervas y en mis alturas me hace andar..." (Habacuc 3:18-19)
Si en medio de la adversidad, de nuestro interior brota este cántico de confianza... 
¡ESTO ES FE!

jueves, 26 de julio de 2018

Herramientas espirituales

"Mejor es la sabiduría que las armas de guerra..." (Ec. 9:18)
Cada uno de nosotros posee las herramientas necesarias para vivir de un modo más pleno. El desafío es ACTIVARLAS para pasar de la potencialidad a la ACCIÓN.
Cuando aprendamos a usar "las armas" que Dios ha depositado dentro de cada uno y que están a nuestra disposición:
* Veremos la vida  la realidad de manera más positiva.
* Será más fácil resolver los conflictos porque mejorará la comunicación con Dios, con nosotros mismos y como consecuencia con los demás.
* Podremos poner palabras a las emociones.
* Podremos vivir la felicidad en las pequeñas cosas.
* Podremos reconocer que somos lo que creemos, po lo tanto, en lo que depositamos nuestra FE, nos convertimos.
Apuntar al "hombre interior", al crecimiento espiritual, traerá como consecuencia un avance en todas las otras áreas. A partir del "conocimiento " de Dios, de establecer un LAZO, una comunicación fluida con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (oración, lectura de la Palabra, comunión con otros creyentes, cánticos de alabanza y adoración...) podremos conocer y re-conocernos a nosotros mismos y serán más fáciles nuestras relaciones interpersonales. Mejoraremos también nuestra visión de la realidad, el modo de comunicarnos, los vínculos y podremos acceder a vivir una vida abundante y plena, mejorando la salud y obteniendo el equilibrio que nos conducirá al bienestar y equilibrio en mente, cuerpo y espíritu...
EL PESIMISTA... SE QUEJA DEL VIENTO...
EL OPTIMISTA... ESPERA QUE CAMBIE...
EL REALISTA... AJUSTA LAS VELAS...

¿Cuál eres?

lunes, 11 de junio de 2018

¡LIBRES DE AFÁN!

¿Quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo? (Lucas 12:25)
Pertenecemos a una sociedad devorada por el afán, la inmediatez, con una enorme dificultad para encarar procesos de larga duración...
Todo fomenta el ¡YA! El problema se presenta cuando aplicamos estos mismos ritmos a las relaciones humanas...
En realidad, ni una pareja, ni una familia, ni una amistad, se forjan de manera ultra rápida. 
Entonces, no nos tomamos el tiempo necesario, nos llenamos de ansiedad y afán... 
Nos cuesta aquietar nuestro cuerpo y ni qué hablar de nuestra mente. 
Las emociones entran en ebullición y ...¡los resultados pueden ser desastrosos!
Los procesos llevan su tiempo... es necesario educarnos para la espera. Esperar "algo" requiere una cualidad llamada PACIENCIA... La paciencia es un "fruto" del Espíritu Santo.
Esperar con paz, no es una espera pasiva, sino es activar la FE, sabiendo con certeza en nuestra mente y corazón, que lo esperado se concretará.
Esa  expectativa brota de lo más profundo de nuestro ser y se apoya en la certeza de conocer en quién hemos confiado. 
Depositamos nuestra confianza en un Dios Todopoderoso que no miente, ni se arrepiente. A su lado, los problemas son muy pequeñitos, aunque a nuestra perspectiva humana pueden parecer enormes, ante Su Poderosa Presencia, son insignificantes... 
De este modo, nuestra esperanza nos libera de todo afán, dejando cada uno de los problemas en sus manos, convencidos de que Él se ocupará porque nos ama y quiere lo mejor para sus hijos... 
Quien sabe esperar... no desespera... Se ocupa... no se preocupa... 

domingo, 6 de mayo de 2018

DEJÉMONOS GUIAR POR EL ESPÍRITU...



“Un ángel del Señor habló a Felipe diciendo: levántate y ve hacia el Sur…” (Hch. 8:26)

Es necesario que estemos dispuestos a dejarnos guiar por el Espíritu Santo.
¿Cómo? Obedeciendo su voz silenciosa en nuestra mente, en nuestro corazón, en nuestro espíritu.
¿Cuál debe ser mi actitud cuando “escucho” que el Espíritu Santo está hablando? Debemos imitar a Felipe “entonces él, se levantó y se fue” (v27)
Si queremos ser usados, instrumentos útiles en manos del Señor, debemos tener una actitud decidida, valiente, pero sobre todo, OBEDIENTE.
Muchas veces “viene” a nuestro pensamiento una persona, o soñamos con ella. ¿Qué hacer?
Lo primero, allí, donde estemos, entregársela al Señor en oración, después, en cuanto podamos, tratar de comunicarnos con ella por algún medio.
De no ser posible, seguiremos orando por ella y por sus necesidades.
Son numerosas las oportunidades en las que llamamos telefónicamente a alguien o le enviamos un mensaje de texto y nos manifiesta estar pasando por una situación donde necesitaba una palabra de aliento.
Como en este pasaje, donde Felipe es enviado por el Espíritu Santo para hablar con un etíope que estaba necesitando escuchar las buenas nuevas del evangelio. Su corazón estaba preparado, pero necesitaba la luz de Cristo que iluminara la Palabra y abriera sus ojos.
Como resultado de la actitud obediente de Felipe, el eunuco creyó y se bautizó y dice la Palabra que siguió gozoso su camino.
Cuando estés dispuesto/a a AVANZAR, aparece gente, el Espíritu Santo los impulsa y Dios los atraerá hacia ti para que te ayuden y te bendigan, como al eunuco.
El Espíritu guía, Dios prepara la tierra y da el crecimiento, pero necesita que nosotros estemos dispuestos a ponernos en acción, a plantar y a regar.

¡SEAMOS SENSIBLES Y OBEDIENTES A LA GUÍA DEL ESPÍRITU!

Señor, en esta hora me determino a obedecerte y dejarme guiar por el Espíritu Santo. En el Nombre de Jesús te pido que abras mis oídos para poder escuchar tu voz silenciosa hablando a mi corazón y mis ojos para ver la necesidad del otro y ponerme en acción.
Tú pones en mí tanto el querer como el hacer, concédeme ser cada vez más sensible y obediente a la guía del Espíritu Santo.
¡Gracias! Sé que me Tu oído está atento a mi clamor y lo harás.  Amén, Amén y Amén.


viernes, 20 de abril de 2018

¿DEMASIADO TARDE?


La gloria de los jóvenes es su fuerza, Y la hermosura de los ancianos es su vejez” (Pr. 20:29) 
Tal vez nuestros sueños han quedado sepultados en el rincón más oculto del olvido… Es posible que sintamos que los errores cometidos en el pasado son imperdonables… Podría ocurrir que veamos un futuro desolado y vacío… 
¿Qué hacer?... Es necesario resistir a los pensamientos torturantes que repiten una y otra vez con voz silenciosa pero implacable…”ya pasó el momento”… “es demasiado tarde”…
Cualquiera que sea la situación, es necesaria la actitud de NO RENDIRSE… Puede que hoy estés atascada/o en medio de una rutina agobiante… ¿Sabes qué es necesario?... Un toque del Señor… eso es lo que marcará la diferencia…
No importa la imagen que nos devuelve el espejo… ¡Hay un gran poder en vos!... Si decidís poner tu vida en manos de Señor, Él tiene la habilidad para escoger el momento oportuno… Su tiempo desafía la razón humana…
Pero… ¡ya soy anciana/o!…
¿Sabes que los ancianos son personas capaces de mover cielo y tierra mediante el poder de su ferviente y sincera oración de fe? Sus manos, surcadas por el paso de los años, desatan el poder celestial cuando se elevan en alabanza y adoración… cuando se juntan en oración… 
Nunca somos demasiado mayores para Dios, siempre somos necesarios/as y de gran utilidad en el Reino, hasta el último suspiro…
¿Sabes por qué? Porque durante nuestra vida hemos aprendido a desplegar la FE y desarrollar la paciencia para esperar, sin perder la confianza. Todo nuestro andar se ha transformado en un conjunto de lecciones que pueden servir de testimonio a otros.
Hemos desarrollado una relación de amistad con Dios por haber caminado día a día, hora a hora, minuto a minuto a su lado... Hemos logrado la calma y la sabiduría que sólo otorgan los años vividos. Dios ha dejado lo mejor para el final de nuestra vida… Él tiene preparadas cosas que nuestra mente finita ni siquiera podría imaginar. 
El plan de Dios se realiza en Su tiempo y… para este tiempo hemos nacido. Como personas mayores ocupamos un lugar especial en el corazón del Padre… Es necesario que mantengamos siempre encendido el fuego del Espíritu, la llama siempre encendida, la pasión renovada en cada una de las cosas que emprendamos…

NUNCA ES DEMASIADO TARDE… EL KAIROS DE DIOS ES PERFECTO…

martes, 10 de abril de 2018

Amor que sana...

"... la plenitud de Aquel que todo lo llena en todos" (Ef. 1:23)
                                   
                                                      Y cuando irrumpe el desamor...
 aparece tu amor, sanando heridas...
Como un vaso de agua fresca,
en el medio del desierto...
Como brisa que aleja
ingratitudes y desencuentros...
Como dulce caramelo,
ante los ojos de un niño...
Como río de vida
  que salpica tu alegría.

   Tu amor lo llena todo...
  Avanza y a su paso
      cicatriza emociones...
      pensamientos... dolores.

   Tu amor es vitamina,
   para un cuerpo cansado...
   Tu amor es optimismo
      al desesperanzado.

   Y tu amor transforma vidas,
        revirtiendo lo malo...
        liberando de culpas...
       Contrarresta el engaño
        del enemigo que quiere
           del camino apartarnos...

Gracias Señor!!! por tu infinito amor, tus amorosos cuidados y tu protección... En tu compañía... ¿quién puede padecer soledad? Eres el único que NUNCA nos va a fallar... 
Vivimos rodeados por el amor del Padre, la gracia del Hijo y la comunión del Espíritu Santo...



viernes, 30 de marzo de 2018

¡ESTO ES PARA MÍ!


“Antes que te formase en el vientre te conocí y antes que nacieses te santifiqué…” (Jer.1:5)
Siempre que leamos la Biblia y “hallemos” una promesa, repitámosla en primera persona.
Leer Toda la Escritura en primera persona es una manera de comprobar de forma gráfica y que se grabe en nuestra mente que el sacrificio de Cristo, el plan de salvación de Abba Padre (papito) fue hecho por mí, por ti, por cada uno de nosotros.
Casi todos al venir a Cristo tenemos una autoestima muy baja y por diferentes experiencias vividas nos sentimos inmerecedoras.
Nos cuesta mucho sentir que nos aman…
Entonces cuando leemos o escuchamos del gran amor de Dios, del gran sacrificio de Jesús percibimos que fue por toda la humanidad, así globalmente, pero no individualmente por mí.
¿Sabes? Él te pensó, te imaginó, antes de la fundación del mundo, eres su especial tesoro, te tiene esculpida en la palma de sus manos.
Tu nombre está escrito en el libro de la vida, quiere que tengas vida, pero vida en abundancia, quiere llenar tu boca de risa y tus labios de júbilo y alabanza.
Hoy Dios te mira con ternura y te dice:

Cuando tú puedas sentir mi amor…
Cuando tú puedas aceptarlo,
dejarás de buscar en cualquier parte.
Cuando tú puedas rendirte a mí,
ya jamás recogerás migajas de amor.
Cuando tú puedas sentir que te amo,
permitirás que te alcance mi perdón…

Entonces…
Acallarás tu corazón
Y en el silencio
Y en la quietud
Te rodeará mi paz
Por fin abrirás tus ojos
¡Y me verás!

¡Gracias Señor! Abre mis ojos para que te pueda ver, abre mi corazón para que pueda sentir tu amor, aceptar tu perdón y no buscar en ninguna otra parte porque en Ti encuentro todo lo que necesito para calmar el vacío de mi alma. Te lo pido en el Nombre de tu Hijo Jesucristo Amén, Amén y Amén.



jueves, 22 de marzo de 2018

De espaldas a Dios



Necio esta noche vienen a pedir tu alma"   (Lucas 12:20)


“Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos” (Lucas 17:26-27)


  

martes, 13 de marzo de 2018

RIQUEZAS Y HONRA


Largura de días está en su mano derecha; En su izquierda, riquezas y honra” (Pr. 3:16)

¿Cuáles son los requisitos para alcanzar estas bendiciones?
La misma Palabra nos contesta este interrogante: “Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová” (Proverbios 22:4)
O sea que las condiciones indispensables para logarlo son:
      1)      La humildad
      2)      El temor de Dios
Necesitamos humildad para reconocer nuestros errores y estar dispuestos a enmendarlos. Es preciso tener un espíritu enseñable, siempre dispuesto a escuchar un buen consejo de personas que tengan un buen testimonio.
Humildad para pedir perdón cuando sea necesario, para reconocer que hemos actuado mal, que hemos pensado mal, que hemos hablado mal.
Temor de Dios, que no es miedo, por supuesto, sino que se trata de un respeto reverente que conlleva la necesidad de agradarlo en todo para reconocerlo como Señor, Amo, Dueño de nuestra vida y reconocerlo en cada una de las circunstancias que me suceden.
Obedecer su Palabra es amarlo con todo nuestro corazón, es adorarlo en espíritu y en verdad.
Servirlo, sirviendo a los demás, ganando almas para Cristo, dando testimonio de Su infinita bondad y fidelidad suprema, es tener temor de Dios.
Nuestra vida entera debe estar impregnada de humildad y temor de Dios, no como algo esporádico, sino como una forma de vida permanente, un testimonio constante.
Entonces, larga vida, riqueza y honra, será nuestra remuneración.
Dios quiere llenar tu vida de bendiciones hasta que sobren y abunden, porque te ama infinitamente, estás esculpida/o en la palma de Sus manos.

Señor, en el Nombre de Jesús, ayúdame a ser humilde y obediente. Que el temor de Ti sea lo que rija mi vida. Quiero tener larga vida, riquezas y honra y estoy dispuesta/o a pagar el precio.
¡Espíritu Santo!, trabaja en mí, para que pueda desarrollar estos requisitos indispensables para lograr una vida plena. ¡Gracias, sé que me escuchas! Amén, Amén y Amén.



lunes, 5 de febrero de 2018

ENEMIGOS

“Líbrame de mis enemigos, oh Jehová; en ti busco refugio”  (Salmo 143:9)
Hay muchos enemigos que pueden rodear mi vida y tratando de quitarme la libertad.  Estos enemigos no están afuera, sino adentro de cada uno de nosotros. Se trata del temor, la culpabilidad, la inferioridad y el odio. Estos sentimientos negativos y destructivos son terribles verdugos que quieren oprimir mi alma y la tuya.
1) Es de vital importancia reconocer, es decir sacar a la luz el objeto de nuestros temores, para poder así enfrentarlo y darle batalla. La vida humana está llena de  temores secretos que se esconden en los rincones oscuros de la nuestra personalidad.
2) En cuanto a la culpabilidad si es por haber cometido un error (pecado) el mejor remedio es pedir perdón a Dios y a la persona que se haya visto afectada por ese error, haciendo restitución en caso de ser posible.
3) En cuanto a la inferioridad es necesario tener en cuenta que este sentimiento interfiere con los logro, predisponiendo a la desesperanzas. Por el contrario, la confianza en sí mismo,  conduce a la realización personal y un exitoso resultado. 
Es terrible pensar qué elevado es el número de personas que se sienten frustradas debido al complejo de inferioridad. Si se lo pides, el Señor te librará de este enemigo.
4) También el Señor me libra del odio.  El odio, el rencor, la mala voluntad, los celos, el ser vengativo, son actitudes que producen  enfermedades.  Cuando tenemos un ataque de ira, esa aguda sensación se siente en alguna zona del cuerpo.
Las reacciones químicas que se desencadenan en el organismo debido a los estallidos emocionales afectarán nocivamente su salud.  Si este estado de cosas perdura bien sea en forma violenta o bien en forma constante, se dará un deterioro en las condiciones generales del organismo.  Por ello el Señor hoy quiere librarme de ese enemigo también.


Señor, te doy gracias porque me liberas de los enemigos ocultos, esos que están escondidos dentro de mí y no me permiten disfrutar de todo lo bueno y lo sano que Tú tienes para mi vida. En este día, decido entregarte todos estos sentimientos negativos, destructivos y temerosos que me asedian para que vos los cambies por Tu paz que supera todo entendimiento humano. En el N de Jesús, Amén, Amén y Amén.

domingo, 28 de enero de 2018

UN NUEVO MANDAMIENTO

“Un mandamiento nuevo os doy: que os améis unos a otros como yo os he amado, que también os améis unos a otros” (Juan 13:34)
Es nuevo porque propone una nueva norma, el amor de Jesús.
En la última cena, momentos antes de la traición, del abandono, del juicio, de la cruz.
Jesús les dio un ejemplo de humildad, lavando los pies de sus discípulos (aún del que lo iba a entregar)
Una vez que Judas se marchó, estableció el mandamiento postrero: EL AMOR.
Esa sería la señal de los cristianos, el sello distintivo… No se distinguirían ni por el poder, ni por el dinero, ni por los ideales, ni por la inteligencia…
No habría otra muestra verdadera, ni los intereses, ni las raíces culturales, ni los problemas comunes, ni las convicciones políticas… sino… ¡EL AMOR!
Al final de aquella cena, Jesús trazó no sólo el camino, sino el modo en que habrían de caminar. Antes que portadores de “un discurso”, antes que defensores de una moral, ellos (y nosotros) deberíamos distinguirnos por el amor.
Amarnos unos a otros como Él lo hace… No hay otra señal más importante que esa
“Si se aman de verdad, entonces todos sabrán que ustedes son mis seguidores” dijo Jesús…
El amor no es solamente un sentimiento o una preferencia, es lo que uno hace y cómo uno se relaciona con otros. Es una decisión, un compromiso, una manera de comportarse.
Disputas, discusiones, cismas, grietas, desunión, difamación, están actualmente de moda en esta sociedad que no tiene en cuenta a Jesús y a sus enseñanzas.
Su amor hacia nosotros es un amor  sacrificial, incondicional, constante y espontáneo, que vela por nuestros intereses.
Este es el modelo de amor que debemos seguir. El amor es un fruto del Espíritu Santo que es el que nos capacita a amar, cuando seguimos su guía, es quien dulcifica nuestro carácter, nuestras palabras y nuestras acciones…
¡Démosle lugar en nuestra vida!.. ¡Dejémonos transformar por Su amor!












martes, 2 de enero de 2018

¡LIBRE!

Pedro consultó a Jesús acerca de cúantas veces debía perdonar a quien peque contra él? Jesús le contestó... setenta veces siete... (Mt 18:21-22)
¿Qué quiso decir? se refería al perdón continuo y constante, a la actitud perdonadora de nuestro corazón... Si perdonamos instantáneamente, constantemente, llegará un momento que tendremos un entrenamiento tan grande en esto de soltar todo ese dolor que nos hace prisioneros del dolor, que lo harás como algo natural en la vida, sin "guardar" dentro tuyo toda esa "basura" que los injustos quieren depositar en vos... 
Oremos juntos......
En este día... (fecha) voluntariamente decido perdonar a... (nombres) por... (especificar) la/lo dejo libre y me declaro LIBRE porque no quiero que crezca en mí ninguna raíz de amargura que me obstaculice al acceso al Reino de Dios y a su maravilloso poder.
el Señor me ha perdonado y limpiado mi conciencia de obras muertas. Ya no hay culpas, estas están muertas, enterradas y olvidadas. Quiero andar en luz, en la senda del perdón. La sangre de Cristo nos limpia continuamente de todo pecado (1º Jn 1:7)  Quiero liberarme de todo resentimiento para experimentar el poder del Reino fluyendo a través de mi vida. Hoy decido expulsar, en el Nombre de Jesús, todo resentimiento hacia Dios, hacia mí mismo/a y/o hacia otros, no permitiendo que la semilla de la ofensa anide en mi corazón. Espíritu Santo, revélame a cada una de las personas y situaciones que debo perdonar y ayúdame a orar por ellas.
¡Señor, deseo que tu poder me alcance y llene mi vida! Hoy edifico mi vida en profunda comunión e intimidad contigo, afirmada en el fundamento del perdón que me has concedido. Sé que debo estar dispuesta a perdonar como Tú lo has hecho conmigo y hoy decido hacerlo. Sé que estás conmigo en este proceso y lo agradezco. Amén, Amén y Amén.
Leamos: La Parábola del perdón en Mateo 18:21-35