jueves, 24 de diciembre de 2015

REGALOS NAVIDEÑOS


“¡Gracias a Dios por su don inefable!”  (2º Corintios 9:15)
¿Has tenido problemas para elegir regalos en esta Navidad?
Te doy algunas ideas, que tal vez te puedan ayudar, hayas o no entregado tus regalos.
* Regala tu capacidad de escuchar sin interrumpir, con verdadero interés, sin pensar en lo que vas a responder, sólo escucha.
* Regala demostraciones de afecto, sé generoso con tus abrazos y  tus besos.
*Regala tu sonrisa, es gratis y ¡cuánto bien le puede hacer al que la recibe! Tu buen humor contagia, ¡practícalo! Comparte historias positivas, anima a los demás, conviértete en una persona atractiva que puedas alegrar aunque sea por un rato la vida de otros.
*Regala notitas afectivas, expresa tu aprecio o amor por medio de un mensaje de texto, un whasapp, un correo electrónico, o mejor aún por medio de una cartita onota si es posible escrita a mano (aunque no te guste tu letra).
*Regala un cumplido, un piropo, di con sinceridad, " Hoy estás muy linda" o " eres una persona especial", es muy gratificante.
¿Por qué no compartes el mejor regalo que has recibido?
Comunica la verdad de que "la dádiva de Dios es Vida Eterna en Cristo Jesús" (Romanos 6:23)
El mejor regalo se encarnó y nació en un pesebre, hace más de 2000 años, pero hoy te invito a que le abras las puertas de tu vida y de tu corazón para que reine para siempre en él.
Recuérdales a otros que "de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en el cree, no se pierda mas tenga vida eterna" (Juan 3:16)
Y tú, si aún no lo has hecho, si aún Jesús para ti está en ese establo, hazlo hoy, invítalo a salir de ese pesebre y a entrar en tu vida para permanecer allí para siempre.
¡No esperes más! ¡Decídete! Tus días cambiarán, tendrás vida abundante aquí, en tu tránsito por este mundo y vida eterna después de tu muerte…¡adelante!
¡¡¡Confiesa con tu boca, lo que crees en tu corazón!!!
Di en alta voz
 ¡Señor Jesús, creo que eres el Hijo del Dios y que estás vivo! ¡Vive en mí, para siempre! ¡Gracias Padre, por este hermoso regalo que me proporciona vida para siempre. Amén, Amén y Amén

¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!
¡¡¡NAVIDAD ES JESUCRISTO!!!

miércoles, 16 de diciembre de 2015

ESPADA DE DOS FILOS


“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón” (Hebreos 4:12)

Hay días en los que nos disponemos a leer la Palabra de Dios esperando hallar en ella algo que nos llene de consuelo, de esperanza, de ternura, de apoyo…
Pero muchas veces leemos un texto que “nos pega”, que nos resulta molesto y hasta nos desagrada.
Un texto que no coincide con lo que buscábamos, sino todo lo contrario. No avala el modo en que estamos viviendo, no justifica nuestro proceder y hasta tal vez esté en contradicción con algún proyecto que queremos emprender.
O quizá toca una herida que llevamos en el corazón, pero…
Es necesario permitir que “la espada de dos filos” penetre en nuestro interior, que cuestione, aunque “nos duela”
No nos hace bien escapar de todo aquello que nos duele. Es sano hacer frente y más sano aún confrontar nuestras heridas con la Palabra de Dios para ver si estamos bien orientados o es necesario que cambiemos de dirección.
Dios, en su infinita paciencia no nos exige que tomemos una decisión drástica, si aún no estamos preparados para ello, sino que nos va preparando a través de la obra del Espíritu Santo en nuestro interior.
Sólo espera que no escondamos NADA delante de su Presencia, que enfrentemos lo que nos pasa y que se lo confiemos en una charla de amigos, para que Él pueda sanarnos.
¡Permite que la Palabra de Dios toque tu vida aunque duela!
Esa Palabra es para vos, justo en ese día porque quiere poner luz en “eso” que está en la oscuridad, desea fortalecerte y sanarte.

¡Oh, Señor! En el Nombre de Jesús te pido perdón. Sé que en mí hay errores ocultos aunque no me gusta reconocerlo. Hoy decido dejar que Tu Palabra “saque” a la luz y ponga de manifiesto aquellas áreas de mi vida que necesitan ser curadas. Amén, Amén y Amén.


martes, 1 de diciembre de 2015

CELEBRAR UN NUEVO DÍA

“Enséñanos de tal modo a contar nuestros días que traigamos al corazón sabiduría” (Sal. 90:12)

¿Por qué Dios nos habla de días y no de años?
Cada día es un tiempo nuevo, es mío y nadie me lo puede quitar.
Si bien es un eslabón de una cadena conectada con el día de ayer y el de mañana, cada día es único, singular, irrepetible…
Es un regalo de dios para mí, lo que yo haga con él, será un regalo mío hacia Él.
Debo recibir cada día con una actitud agradecida. Tal vez me he acostado cansada/o, pero al despertar tengo nuevas fuerzas, nuevas ganas, nuevo vigor y esto depende pura y exclusivamente de mí.
Cada día es una nueva oportunidad para terminar lo que quedó pendiente de ayer, o reparar lo que ayer hice mal.
Es por eso que debo abrir mis ojos, mi mente y mi corazón con expectativa, ya que “algo nuevo” tiene Dios para mí.
Inicio el día con esperanza y confianza, ya que los ojos del Señor están siempre sobre mí (Dt. 11:12)
Dando un vistazo hacia atrás, en mi vida, reconozco que hasta aquí llegué de la mano de Dios.
Si quiero continuar, sólo debo aferrarme a sus promesas y no soltarme porque su amor por mí, su fidelidad y su misericordia NO CAMBIAN.
Debemos vivir un día a la vez sin afanes ni preocupaciones, sin la carga innecesaria del pasado, ni el temor de lo por venir.
Como nos dice Jesús en la oración modelo, el Padrenuestro, “el pan de cada día”, que significa dependencia diaria de Él.
Él me proveerá de las fuerzas que necesito cada día.
Busquemos nuestras fuerzas en Dios, diariamente, en su voluntad para obtener sabiduría.
Recuerda…¡¡¡es tu tiempo de avanzar!!! ¡¡¡No estás sola/o!!!

Gracias Señor por este día, me alegraré y me gozaré en él. Puede ser EL MEJOR DÍA DE MI VIDA, tú siempre me sorprendes con novedades y me preparo para recibirlas, en el Nombre de Jesús, Amén, Amén y Amén.

domingo, 15 de noviembre de 2015

EN EL REGAZO DE MI PADRE


“Hijo, tú siempre estás conmigo, todas mis cosas son tuyas” (Lc. 15:31)

¿Qué es lo que marca la diferencia entre un creyente y un incrédulo o alguien “religioso”? La relación con el Dios trino (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Para tener una relación, primero hay que tener un encuentro.
Es el Señor el que propicia ese encuentro, nos dice en Juan 15:16: “no me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros” y agrega “vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando”
Para que haya relación, son necesarias dos condiciones:
1) CREER;  2) OBEDECER.
Por gracia, tengo acceso a ser hijo/a de Dios, mediante el sacrificio de Jesús, esta oferta es para todos los hombres.
Pero, si no lo creo, estoy rechazando este ofrecimiento.
Jesús nos dice que si creemos, permanecemos en Él y en su amor y cumplimos sus mandamientos…TODO LO QUE LE PIDAMOS AL PADRE EN SU NOMBRE, ÉL NOS LO DARÁ.
Y sus mandamientos no son gravosos, son mandamientos de amor:
* amar a Dios en primer lugar;  * amarnos unos a otros.
Un mismo suceso ocurre al justo y al impío, al que cree y al incrédulo, al hijo de Dios y a la criatura de Dios pero…
Los ojos de Dios están puestos sobre todas sus criaturas pero… los hijos, además de relación, tenemos la posibilidad de intimar con Él.
Relación, produce acceso, pero intimidad, produce influencia.
La Palabra dice que los que lo aman, viven en comunión con Él, en cambio al altivo lo mira de lejos.
Por Su gran misericordia y porque desea que nadie se pierda, también lo mira, pero… no hay relación, mucho menos intimidad.
En cambio quien cree, lo ama, obedece, ama a sus hermanos y tiene comunión con Él, a través de la oración, la lectura de Su palabra, la congregación con Sus hermanos, vive ¡SENTADO/A EN EL REGAZO DE SU PADRE!…

¡Gracias Señor! ¡Qué dulce es la sensación de palpar Tu presencia en mi vida! En el Nombre de Jesús te pido que no permitas que me desvíe jamás. Me comprometo a hacer Tu voluntad y a permanecer en Ti para que nuestra relación se fortalezca cada vez más.
Ayuda a aquellos que están trastabillando en la fe y en su relación contigo, atráelos hacia Ti con lazos de amor. Espíritu Santo, trabaja en aquella área de mi vida que necesita ser transformada, quiero permanecer siempre en tu regazo, Papá. Amén, Amén y Amén.


sábado, 31 de octubre de 2015

ACTITUDES QUE NOS PARALIZAN


“… Jesús lo vio acostado allí y supo que ya llevaba mucho tiempo en aquella condición, le dijo: ¿Quieres ser sano? El enfermo le respondió: Señor, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando el agua es agitada; y mientras yo llego, otro baja antes que yo. Jesús le dijo: Levántate, toma tu camilla y anda. Y al instante el hombre quedó sano, y tomó su camilla y echó a andar. (Juan 5:2-9)
Hoy el Jesús te pregunta… ¿quieres ser sano?
Jesús te ve cuando para los demás pareciera que eres invisible. Él te ve y conoce toda tu vida, por eso no valen las excusas delante de Su Presencia, EL LO SABE TODO.
Jesús no te obliga a nada, sino que como es muy respetuoso, te da la posibilidad de elegir.
Hoy te pregunta: ¿qué quieres que te haga?, ¿quieres ser sano?
Él conoce tus pretextos y no pierde tiempo en ellos, frente a la excusa del paralítico le dice, “levántate, toma tu camilla y anda”
Hay actitudes o palabras que logran que te paralices y no puedas avanzar.
No puedo: quiebra tu voluntad, contrarréstala diciendo: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filip 4:13)
El individualismo y el orgullo te paralizan. Muchas veces vivís en soledad o mal acompañada/o, porque piensas: -Yo solo/a no puedo, pero otros pueden ayudarme.
Es necesario que tengas en cuenta que puedes estar solo/a, pero no por eso tienes que convertirte en un solitario.
Será indispensable que te abras a los demás y no te aísles.
Las excusas, son el refugio de quien no quiere avanzar en la vida. Las usamos para engañarnos a nosotros mismos cuando no queremos asumir responsabilidades y nuevos retos.
La dependencia de  otros, de sustancias, de situaciones… no te permite desarrollar todo el potencial que Dios puso en ti.
Te lleva a pedir limosnas, tiempo, cosas, que tal vez el otro no esté dispuesto a dar.
¡No mires lo que no tienes, mira lo que puedes tener!
¡No extiendas tu mano hacia arriba, sino palma abajo!
¡No creas que si no tienes no lo logras, lo logras porque no tienes!
Dios no te hizo para que estés paralítico/a, sino para que camines, corras y alabes a Dios.
¡¡¡Avanza!!!

Amado Padre, en el Nombre de Jesús, te pido que me ayudes a desplegar todo las posibilidades que vos pusiste en mi vida. Ayúdame como lo hiciste con el paralítico de Betseda, quiero escuchar tu dulce voz diciéndome al oído ¡¡¡Levántate, toma tu lecho y anda!!!. Me aferro a tus promesas y avanzo, porque hay un nuevo horizonte para mí. Amén, Amén y Amén,


jueves, 15 de octubre de 2015

¡SEÑOR!

“Señor, ¿qué quieres que yo haga?”

¿Alguna vez le hiciste esa pregunta a Dios?
Señor, es el título que el Padre le otorgó a Jesucristo cuando ascendió a los cielos, luego de haber resucitado y haberlo hecho sentar a la diestra de su trono.
En esta época la palabra señor está desprovista del significado de antaño, pero antiguamente era un título que unos pocos poseían.
En griego la palabra usada es Kyrios. Este vocablo abarca varios significados: amo, dueño, jefe, autoridad máxima, soberano.
Es por eso que cuando decimos que Jesucristo es nuestro Señor (Kyrios) estamos diciendo.
“Jesucristo es mi amo, mi dueño, mi jefe, le pertenezco, señorea sobre mi persona, mi vida y sobre todo lo que soy y sobre todo lo que tengo.
¿Realmente nos damos cuenta de lo que esto significa?
¿Cuál debe ser la actitud de alguien hacia su amo?
De obediencia, de sumisión, de entrega…
Recuerda lo que Jesús nos dijo: “no todo el que me dice Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad del Padre…”
Pidamos la guía del Espíritu Santo para detectar si en todas las áreas de nuestra vida Jesucristo es el Señor.
¿Es el Señor de mi vida?
¿Es el Señor en mi familia?
¿Es el Señor en mis relaciones?
¿Es el Señor en mi trabajo?
¡Seguramente será necesario hacer algunos cambios!

Dios mío, ayúdame a través del Espíritu Santo a hacer en mi vida los cambios, las transformaciones necesarias para que sólo reine el Rey de Reyes y Señor de Señores, para que Señoree Cristo absolutamente en todas las áreas. En el Nombre de Jesús, Amén, Amén y Amén.


jueves, 1 de octubre de 2015

¡NO TE CONFORMES!

Mujeres que están en su tiempo de avanzar
Dios puso en las mujeres una gran capacidad creativa, el problema es que no confiamos en nosotras mismas y vamos adaptándonos a lo que los otros dicen de nosotras, a lo que los otros quieren o
esperan de nosotras.
Hoy te invito a que armes tu propio modelo de mujer, no para agradar a los demás, sino para agradar a tu Padre, Maestro, Amigo, Guía, Consejero, Creador…
Él llama a las mujeres escondidas en el redil de las ovejas que tienen sueños y que saben que nacieron con un propósito.
Mujeres que saben que todo requiere un esfuerzo y que se quieren destacar tendrán que ir más allá, hacer la milla extra.
Debes atreverte, Jesús te empujará más allá.
¿Qué es necesario?
1.- Tener convicciones FIRMES, saber de dónde vienes, dónde estás ahora y hacia dónde te diriges.
Dios nos diseñó para el éxito, la bendición y el avance.
¡No vuelvas atrás! Si ya has tomado una decisión…
¡No retrocedas! ¡No desistas! ¡No te paralices!
¡Es tu tiempo de avanzar!
2.- Saber cuáles son las responsabilidades propias y cuáles las ajenas. Cada uno deberá asumir lo que le corresponde.
¡No tengas miedo a equivocarte! ¡Mantente firme en el tiempo y determínate!
3.- Dios resolverá tus crisis espirituales revirtiendo a favor las situaciones negativas, transformando todo fracaso en VICTORIA. Todas las desesperanzas en ESPERANZAS, el lamento en baile, la tristeza en alegría, la pobreza en prosperidad.
Eres la hija del Rey, Él te ha creado experta. El Espíritu Santo trabaja conmigo y me irá mostrando y enseñando todo lo que el Padre ha creado sólo para ti.
¿Sabes cuál es el único secreto?
Es entregarle el control de tu vida, para que él tome las riendas y la dirija. Porque sólo tu creador, tu hacedor, sabe qué es lo mejor para tu vida.
Él sabe la historia completa…¡¡¡conoce el final!!!
Dios cree en ti
Tú crees en Dios
Por lo tanto… Tu debes creer en ti
¿Qué dice Dios de Ti?
Que eres su especial tesoro.
¿Cómo quiere verte?
Sana, feliz y en VICTORIA.

¡¡¡ANIMATE A CREER EN VOS!!!

Señor, en el Nombre de Jesús, te doy gracias porque me elegiste, me llamaste y escribiste mi nombre en el libro de la vida, esto es un gran privilegio.
Ayúdame a creer en mí, a verme como vos me ves, con Tus ojos de amor. Hoy me determino y no escucharé los susurros del enemigo cuando me digan que valgo poco, que no puedo, le contestaré que TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE. Amén, Amén y Amén.






martes, 15 de septiembre de 2015

PLANTADOS

“Los plantaré sobre su tierra y nunca más serán arrancados de su tierra que yo les di, ha dicho Jehová, Dios tuyo” (Amós 9:15)
Regando el jardín y admirando la mano de Dios en la perfección de su obra, esta mañana muy temprano surgió esta sencilla reflexión.
Llamó poderosamente mi atención el tamaño de las petunias colocadas en la jardinera del jardín situado al frente de mi casa, en contraste con las plantadas en macetas más pequeñas colgadas en el patio trasero y me pregunté: ¿Por qué plantines comprados en el mismo lugar y de idénticos tamaños tuvieron un “desarrollo” con resultados tan distintos.
La tierra es similar,  el riego también, reciben sol de la misma manera…
¿Cuál es la diferencia? La diferencia radica en el sitio en que cada una fue plantada. 
Si llevamos esta situación al plano espiritual, podemos observar que para obtener un mejor desarrollo en todas las áreas de nuestra vida, para poder desplegar todas las “potencialidades” que Dios ya ha puesto dentro de cada uno de nosotros, es fundamental “el lugar” en que hemos sido plantados.
¿Dónde estamos plantados? Para poder echar raíces más profundas y expandirnos, es necesario que estemos en el plantío de Jehová, afirmados, establecidos en Cristo (Ro. 6:5)
Examina tu vida través de este sencillo ejemplo:
¿Cómo es tu vida? ¿Estás dando “flores” con el tamaño que deberían tener? O sólo salen pimpollos que ni siquiera llegan a convertirse en flores?
¿Estás plantado/a en el lugar de la voluntad de Dios?, o te la pasas trasplantándote de un lugar a otro porque no te sientes bien en ninguna parte.
Si estás floreciendo con todo esplendor y brillo… ¡estás en el lugar correcto! Pero…si tus “flores” son muy pequeñitas y no prosperan… ¡Busca la voluntad de Dios! ¿Cómo? Acrecienta los momentos de intimidad con Él, ora más, lee más, congrégate más. ¡No te quedes solo/a y aislado/a “Ay del solo, dice el Señor!
Busca la guía del Espíritu santo, de hermanos más crecidos en la FE, de personas que marchen en tu misma dirección.
Dios ya te ha bendecido con todo tipo de bendiciones espirituales (Ef. 1:3)
Si no te sientes bendecido/a, sino como una tierra sin cultivar, aférrate de esta promesa “…el yermo se gozará y florecerá como la rosa” (Is. 35:1) “…verán la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro”
Señor mío y Dios mío, en este día tomo la decisión de permanecer plantado/a en tu casa y me aferro a tu promesa de que floreceré como la palmera y aún en la vejez fructificaré y estaré vigoroso/a y verde. Te doy las gracias, en el Nombre de Jesús. Amén, Amén y Amén.

domingo, 30 de agosto de 2015

ALZAR LOS OJOS

“Y alzó Lot sus ojos y vio toda la llanura del Jordán que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto… (Gén.13:10)

Lot alzó sus ojos, pero no apartó realmente su mirada del lugar donde su corazón se había quedado, en Egipto.
Hasta ese momento había caminado dejándose conducir por la fe de su tío Abraham. Pero ahora tiene que elegir y tomar su propio camino.
Sus ojos se alzan y su mirada se vuelve hacia lo que es atractivo, la llanura del Jordán.
Vio lo bello, no reparó en los peligros, ya que los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera (Gén.13:13)
Su fe no estaba ejercitada, se había sostenido siempre en su tío y al momento de decidir, le faltó discernimiento.
Alzó sus ojos y se fue a habitar en las ciudades de la llanura. Su mala elección comprometió a toda su casa y le habría llevado a perder la vida si Dios no hubiera intervenido en respuesta a las oraciones de Abraham
¡Cuidado! Muchas veces nos contentamos con seguir a otros poniendo nuestra confianza en ellos…¡estamos en peligro!
Está muy bien tener referentes espirituales, personas que han alcanzado un nivel de madurez mayor, imitar su fe, obedecer las autoridades y sujetarnos a ellos pero, cada uno tiene que ir ejercitando sus sentidos espirituales a fin de adquirir certidumbres y convicciones para sí mismo/a.
Porque ¿qué ocurrirá su aquellos en los que hemos depositado nuestra confianza ya no están junto a nosotros?
¿Qué haremos sin una fe lo suficientemente ejercitada, sin “músculos espirituales” ejercitados convenientemente?
Corremos el peligro de, al igual que Lot hacer malas elecciones que nos involucrarán no sólo a nosotros, sino que también pueden afectar a otros.
Lot, al alzar los ojos, no vio la majestuosidad de Dios, vio las riquezas del mundo, porque allí estaba su corazón.
Nuestras decisiones de hoy, tienen consecuencia en nuestra descendencia…

Padre, en el Nombre de tu hijo Jesucristo te pido que me ayudes a elevar los ojos para ver la hermosura de Aquel que lo llena con su presencia. Ayúdame a alzar mis ojos en la dirección correcta, hacia donde están las verdaderas riquezas, hacia mi destino, el cielo.
Cuento con la valiosa e indispensable guía del Espíritu Santo para ejercitar mis sentidos espirituales.
¡Gracias, Señor! Amén, Amén, Amén.


sábado, 15 de agosto de 2015

ATACADOS

Muchas veces somos “atacados” por personas. ¡Claro!, nos duele, nos sentimos mal, heridos, ofendidos y lastimados.
Tal vez hasta levantan calumnias y hablan mal de nosotros pretendiendo desacreditarnos.
¡Tranquilo/a!
“Mi socorro viene de Jehová…” (Sal 121:2)
Tuve una experiencia en Nono, una localidad muy pintoresca situada en Traslasierras, provincia de Córdoba, que grafica esta situación por la que demasiadas veces pasamos a lo largo de la vida.
Iba caminando por la vera del río de los sauces y de pronto comenzó a sobrevolar justo por la zona donde yo debía pasar, un pajarraco visiblemente enojado.
Al principio me molesté bastante y reconozco que me asusté, porque cada vez volaba más bajo, en círculo justo encima de mi cabeza. Era innegable su intención de atacarme.
Tratando de mantenerme calmada, recurrí a mi Padre solicitándole un SOS en el Nombre de Jesús para Su oportuno socorro.
Ya más tranquila intenté descifrar qué le estaba sucediendo al ave.
Se trataba de un tero macho que se sentía amenazado por mi presencia ya que era época de reproducción y seguramente cerca de allí habría un nido con huevos o polluelos recién nacidos.
Apareció por allí en ese momento tan difícil la chata de mi esposo ¡qué alivio! Prontamente me subí y agradecí a Dios ya que pude ver que fue precisamente mi esposo el auxilio que me mandó el Señor para socorrerme.
¡Cuántas veces el que nos ataca lo hace porque se siente amenazado! Esto no lo excusa, por supuesto pero qué bueno es que lo podamos entender para no sentirnos tan lastimados.
El problema es del otro, no nuestro. Tal vez hemos contribuido para que se sintiera así, o quizá no. No nos olvidemos que el aspecto de amenaza es algo interno, que no tiene que ver con el otro, sino con nosotros mismos.
Lo importante aquí es que no nos quedemos “enganchados” en esta situación y menos aún que generemos raíces de amargura.

Padre amado, en el Nombre de Jesús, te pido que no permitas que crezca en mí la semilla de la ofensa. Que pueda ponerme en el lugar del otro y sentir misericordia y compasión hacia él/ella, tal cual como lo hacía Jesús. Que no crezca en mí ninguna raíz de amargura que me impida vivir una vida victoriosa. ¡Gracias, sé que me escuchas!
Amén, Amén y Amén.


viernes, 31 de julio de 2015

AMISTAD

“Mejores son dos que uno; porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! Que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. (Ecl 4:9-10)
¿Alguna vez has sido lastimado por un amigo? ¿Has experimentado la decepción de una amistad? Alguien dijo: ANOTA EN PIEDRA LOS FAVORES RECIBIDOS Y EN ARENA LAS OFENSAS…
La amistad es algo que se construye, vamos a ir viendo rasgos que debe tener un verdadero amigo.
1.- Los buenos amigos son francos, dan respuestas sinceras y puras, aunque a veces sean dolorosas, pero siempre con una mirada de misericordia. (Pr. 27:6)
2.- Los amigos son confiables, cuando la amistad es verdadera, resiste la prueba (Pr.17:17) Cuando uno o los dos buscan sus propios intereses, la amistad comienza a desvanecerse
El efecto que tenemos para nuestros amigos es el de un vaso de agua, cuando está sediento.
Las personas volubles no son confiables. NUNCA ABANDONES A TUS AMIGOS…
3.- Los amigos verdaderos invierten en el vínculo. (Pr. 19:4; 19:6)
Toda amistad necesita inversión y tendremos que tener en cuenta que lo que se invierte, vuelve…¡tal vez  no de la misma persona en la que hemos sembrado! Pero cosecha…¡habrá!
4.- Los amigos fieles son emprendedores, ayudan al otro a triunfar contribuyendo, no compitiendo (Pr.12:26)
La amistad siempre busca formas para ayudar a los amigos a remover obstáculos.
5.- Los fieles amigos son nobles (Pr. 22:11) Sus palabras deben estar siempre bañadas de gracia. Es necesario que cuidemos nuestro lenguaje.
Cuando buscamos el bien del otro…¡¡¡TODOS GANAMOS!!!
6.- Los buenos amigos son discretos (Pr. 17:9)  No difunden lo que les ha sido confiado, no suponen, no son chismosos.
ADMIRA LAS VIRTUDES DE TUS AMIGOS Y HAZTE EL CIEGO CON SUS LIMITACIONES.

Ayúdanos Señor a ser buenos amigos. Que podamos crear una red de relaciones cuyo centro seas vos.
Que si nos desviamos se active nuestra alarma espiritual. ¡Gracias Jesús, porque eres mi mejor amigo!




miércoles, 15 de julio de 2015

ABRIR EL CORAZÓN


 
¡Abre hoy tu corazón a Jesús!
“No me eligieron a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto y vuestro fruto permanezca…” (Jn 15:16)

Abrir el corazón a Dios es un regalo que por su infinita gracia y misericordia, Él mismo nos hace…si bien nosotros podemos aceptarlo o rechazarlo… Si no nos abrimos a su amor Él no podrá transformar nuestra vida.
Pero la realidad es que no podemos abrir el corazón a un amor infinito  si Dios no nos atrae a Su divina Presencia.
La iniciativa siempre es de Él. Estamos demasiados acostumbrados a pensar que tenemos que hacerlo todo, que debemos ganarnos el amor de los demás y que debemos merecer ese amor.
Desde muy pequeños sentimos que tenemos que tenemos que hacer “cosas” para que nos presten atención y nos brinden afecto.
Es por eso que (en el fondo de nuestro ser) sentimos que para lograr el amor y la atención de Dios debemos hacerlo con nuestros esfuerzos, capacidades, logros y buenas acciones.
Pero el amor incondicional de Dios es totalmente distinto al condicionado amor humano.
Es completamente gratis, por gracia, sin precio de nuestra parte, sin ningún tipo de merecimiento.
Pero a Jesús le costó un precio muy alto, el precio de su sangre derramada en la cruz del calvario.
Ese amor infinito es el más bello, el más grande, un amor que no se tiene que pagar, que no se tiene que merecer, que no se tiene que conquistar…
Sólo hay que abrir el corazón, recibir en Él a Jesucristo, arrepentirse por los pecados cometidos, aceptar su perdón y disfrutar de la vida abundante que nos regala aquí en la tierra y la vida eterna .en el cielo.

Amado Padre, gracias por Jesús, que tu divino regalo de amor hacia mí. Hoy decido abrir mi corazón para que more en Él para siempre a través de la persona del Espíritu Santo.
No soy merecedora, pero acepto con gusto este presente que durará hasta la eternidad. Amén, Amén y Amén.




lunes, 29 de junio de 2015

¡MUY FELIZ!

“Bienaventurados los pobres en espíritu porque de ellos es el reino de los cielos” 
(Mt 5:3)
¿Qué quiere decir bienaventurado? Quiere decir ser muy pero muy feliz.
Las bienaventuranzas son el espíritu del evangelio porque cada una de ellas es un rasgo del carácter de Cristo.
Este carácter se va tallando en cada uno de nosotros a través de la obra del Espíritu Santo que nos aporta EL FRUTO.
Hay una secuencia especial en el orden de las bienaventuranzas, nada está escrito al azar en la Palabra de Dios y ésta, la primera es la clave para todas las demás.
¿Por qué?
Simplemente porque si no somos pobres en espíritu, no podemos pertenecer al reino de los cielos.
¿Qué es ser pobre en espíritu?
1º Temer a Dios.
2º Menguar nuestro yo para que Cristo crezca en nosotros.
3º Vivir en la voluntad de Dios.
Ser pobres en espíritu es reconocer que somos limitados y finitos, frente a lo ilimitado e infinito de Dios.
No es ser carentes e ignorantes, sino personas que entendieron la pobreza y la escasez de sus conocimientos frente a la perfección del Creador.
No se fían de sus capacidades para comprender la verdad, por lo tanto le creen a Dios y buscan hacer Su voluntad sin discutir con él ni cuestionarle porque han comprendido que la voluntad de Dios es BUENA, PERFECTA Y AGRADABLE.
Sólo podremos gozar de una genuina felicidad si abrazamos las bienaventuranzas y fijamos nuestra mirada en Jesús, ya que la felicidad es obra del Espíritu Santo que nos va transformando.
La sociedad conduce a los hombres a aferrarse a lo que está de moda, a lo que se usa, a este mundo “del revés” en el que vivimos.
En cambio, las bienaventuranzas enfocan nuestra vida interior, “desapegan” a los hombres de los valores de la sociedad y lo “pegan” a Dios, al reino de los cielos.

Amado y bendito Padre: vos decís en Tu Palabra que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y yo quiero entrar en el reino y disfrutar la vida abundante aquí, en la Tierra y la vida eterna allá, en el cielo junto a vos, es por eso que te expreso mi compromiso de ser como un niño en la malicia, pero maduro en mis decisiones y en mi forma de pensar. Te doy gracias, porque sé que me escuchas SIEMPRE. Amén, Amén y Amén.






miércoles, 17 de junio de 2015

¡CUIDADO!

¿A qué te estás aferrando?
Sólo Jesús es nuestro verdadero sostén

“Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga” (1º Cor. 10:12)

Cuenta la historia, que en un pequeño pueblito del noroeste argentino, una calurosa mañana de enero, la calma fue interrumpida por la estridente sirena del cuartel de bomberos.
Mario, comerciante y bombero voluntario, corrió al cuartel, se vistió con las ropas adecuadas y junto a otros compañeros subió a la autobomba y se dirigieron al lugar del siniestro.
¡Cual fue su sorpresa al ver que el vehículo se detuvo delante de su casa!
Sólo hacía un par de horas que se había ido y ahora…¡la vivienda estaba envuelta en llamas!
Traslademos esta ilustrativa historia a nuestra vida.
¿Cómo está tu casa?
Quizá eres muy activo/a en tu entorno social y laboral. Tal vez siempre estás dispuesto/a a colaborar con los demás, a apuntalar cuando es necesario, hasta es posible que arriesgues tu vida para ayudar a otros, como en el caso de Mario, pero…
¿Estás seguro/a que “tu casa”, es decir, tu vida eterna, tu salvación, no corre peligro?
¿Cómo está tu relación personal con Dios?
¿Es Jesucristo el Señor y Salvador de tu vida?
Escucha HOY el sonido de la sirena que anuncia: “huye de la ira venidera” (Lc.3:7)
Está muy bien apagar el fuego de los dardos que arroja el maligno, pero…¡¡¡cuidado!!! Lo que no debemos apagar es el fuego del Espíritu Santo y si no estamos atentos al combustible espiritual, el fuego se apaga.
Ponte a cuentas con Dios, acepta al Señor Jesús como Rey de tu vida, busca Su voluntad.
Sólo quien está en paz con Dios, puede ocuparse sinceramente del bien de los demás.


¡Señor! Te entrono en mi vida, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Reina en mi corazón, en mi hogar, en mi familia, en mi trabajo. Hoy con humildad me acerco a tu presencia en el Nombre de tu Hijo Jesucristo para pedirte perdón por mis faltas y solicitar tu ayuda para estar siempre en el lugar de tu voluntad. Amén, Amén y Amén.

martes, 2 de junio de 2015

OJOS DE AMOR

“Jehová de la sabiduría y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia” (Pr. 2:6)
Cuando nos entregamos verdaderamente, el Señor nos toma en Sus manos y el Espíritu santo comienza a moldear nuestro carácter. Ya no volveremos a ser los mismos, el FRUTO comenzará a crecer en nosotros.
La luz desplazará toda tiniebla que haya e inundará por completo cada una de las áreas de nuestra vida y cada milímetro de nuestro ser (cuerpo-mente-espíritu) Las marcas de Dios en nuestra vida, serán internas, pero se evidenciarán afuera. Cambiaremos hábitos, nuestros gustos sufrirán modificaciones, menguará nuestro YO, la necesidad de ser reconocidos, la compulsión por ser aceptados. Nuestra inclinación natural a que nos den la razón, cederá paso a buscar y mantener la paz en todas las relaciones.
Podremos escuchar más, hablar menos, podremos ponernos en el lugar del otro, no pre-juzgar. Seremos capaces de frenar los impulsos, los enojos, las críticas y los juicios. Comenzaremos a tener sana sabiduría, prudencia, tacto para manifestar nuestros sentimientos y emociones pero sin herir, sin lastimar. Podremos comenzar a mirar a los otros con ojos de amor, a través del perfecto amor de Cristo que me amó tanto, que te amó tanto, que fue capaz de entregar Su vida padeciendo todo tipo de dolores, oprobios y humillaciones, para llevar a cabo la obra de Salvación que el Padre le había encomendado, en obediencia.
Cuando el amor de Cristo inunde nuestros pensamientos, abarque nuestros sentimientos, emociones y domine nuestra voluntad, el rencor, el odio, los deseos de venganza, la falta de perdón, los recuerdos dolorosos del pasado, retrocederán para darle paso sólo al amor, a la paciencia, a la mansedumbre, a la bondad…La discreción nos guardará y la inteligencia nos preservará de andar en sendas torcidas y peligrosas.
¡Entrégate HOY, no lo dudes! Ya probaste tantas cosas, sin resultado…
¡El dolor vuelve, la opresión está allí, en el centro de tu pecho, con un peso que amenaza aplastarte! ¡Entrégate HOY y descansa en sus brazos de amor! ¡Deja tus cargas y corre hacia Jesús, liviano/a, ligero/a!
Dile sin demora…¡Estoy en Tus manos… trabaja conmigo, Señor!

Padre eterno, soy una vasija en tus manos y Tú el alfarero. Moldéame Señor, conforme al propósito que tienes para mi vida, a través de Tu Santo Espíritu, que me habita. Tú eres el único que conoce en qué área debo ser disciplinada y corregida. Ayúdame, Jesucristo, a ver a los demás con ojos de amor, como vos lo hiciste, lo haces y lo harás, quiero seguir tu modelo de obediencia y fidelidad.
¡Crece en mí! Amén, Amén y Amén.


jueves, 21 de mayo de 2015

CELEBRAR UN NUEVO DÍA

“Enséñanos de tal modo a contar nuestros días que traigamos al corazón sabiduría” (Sal. 90:12)

¿Por qué Dios nos habla de días y no de años?
Cada día es un tiempo nuevo, es mío y nadie me lo puede quitar.
Si bien es un eslabón de una cadena conectada con el día de ayer y el de mañana, cada día es único, singular, irrepetible…
Es un regalo de dios para mí, lo que yo haga con él, será un regalo mío hacia Él.
Debo recibir cada día con una actitud agradecida. Tal vez me he acostado cansada/o, pero al despertar tengo nuevas fuerzas, nuevas ganas, nuevo vigor y esto depende pura y exclusivamente de mí.
Cada día es una nueva oportunidad para terminar lo que quedó pendiente de ayer, o reparar lo que ayer hice mal.
Es por eso que debo abrir mis ojos, mi mente y mi corazón con expectativa, ya que “algo nuevo” tiene Dios para mí.
Inicio el día con esperanza y confianza, ya que los ojos del Señor están siempre sobre mí (Dt. 11:12)
Dando un vistazo hacia atrás, en mi vida, reconozco que hasta aquí llegué de la mano de Dios.
Si quiero continuar, sólo debo aferrarme a sus promesas y no soltarme porque su amor por mí, su fidelidad y su misericordia NO CAMBIAN.
Debemos vivir un día a la vez sin afanes ni preocupaciones, sin la carga innecesaria del pasado, ni el temor de lo por venir.
Como nos dice Jesús en la oración modelo, el Padrenuestro, “el pan de cada día”, que significa dependencia diaria de Él.
Él me proveerá de las fuerzas que necesito cada día.
Busquemos nuestras fuerzas en Dios, diariamente, en su voluntad para obtener sabiduría.
Recuerda…¡¡¡es tu tiempo de avanzar!!! ¡¡¡No estás sola/o!!!

Gracias Señor por este día, me alegraré y me gozaré en él. Puede ser EL MEJOR DÍA DE MI VIDA, tú siempre me sorprendes con novedades y me preparo para recibirlas, en el Nombre de Jesús, Amén, Amén y Amén.


martes, 28 de abril de 2015

VIVIR EL CIELO EN LA TIERRA


“Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti” (Is. 60:1)
Dios nos incorporo a su plan y destino a sus hijos, no a los ángeles, sino a sus hijos, para reflejarlo. Fuimos creados a Su imagen y semejanza…
Has sido diseñada/o para que la gente cuando esté junto a vos, pueda entender en parte, como se vive en el cielo y como es vivir aquí, en la tierra, con el cielo adentro.
Y no estamos hablando de una vida anormal, sino de una vida totalmente común, pero pudiendo gozar de un “adelanto”, las “arras” del Espíritu Santo, un anticipo de lo que será gozar para siempre de la eternidad.
En otras palabras, debemos reflejar la vida de cielo en la tierra. Las limitaciones humanas no son un obstáculo para reflejar Su gloria.
Dios hace brillar su luz, y los habitantes del mundo lo verán reflejado en tí. Lo más parecido al Cielo en la tierra, somos nosotros, eres tú, soy yo...
Tenemos autoridad otorgada por Su gracia para ser reflejo de lo eterno, luz, en medio de las tinieblas.
Dios va a encender a sus representantes. Todo lo que esta activado en el Cielo, se verá por medio nuestro en la tierra.
Las llaves para que se abran los cielos en la tierra está en mano de los hijos de Dios, están en tus manos y en las mías.
La pregunta es ¿Se puede vivir en la tierra reflejando lo que sucede en el Cielo? La respuesta es: Sí.
Cada uno de los hijos de Dios, es la casa visible de un Dios invisible. Somos templo del Espíritu Santo, tenemos a Dios no sólo con nosotros, sino también en nosotros.
Si soy templo, quiere decir que en mí habita todo lo que en el cielo habita.
La aparición de Jesús en el mundo fue un escándalo. ¿Por qué? Porque Él vivía en la tierra como estaba acostumbrado en el Cielo.
Lo que para Jesús era normal, para la gente era una locura. Ahora, los resultados fueron multitudes de personas transformadas por el Poder del Reino. Los resultados fueron, multitudes de corazones viviendo como en el Cielo, pero en la tierra.

Padre amado, me comprometo a ser tu representante aquí en la tierra. Sé que no es fácil, porque las Leyes del Reino, no son entendidas, ni aceptadas por la mayoría de las personas, pero me has dado autoridad para poder mostrar Tu luz en un mundo de tinieblas. Es una gran responsabilidad, pero también un gran privilegio, te damos gracias en el Nombre de Jesús, Amén, Amén y Amén.



martes, 7 de abril de 2015

LA CRUZ


“Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo” 
(Hch 2:21)

La cruz no es un símbolo ni un emblema, sino el recordatorio del más alto precio que “ALGUIEN” Jesucristo pagó por mí.




                                                        ¡Gracias por Jesús! Padre inmortal!
                                                         ¡Gracias por Jesús! Rey celestial!
                                                          Mi Señor y Dios, pensaste en mí
                                                            sabías cuánto necesitaba de Ti.

Y tu Hijo vino, vino a morir
Para darme vida… ¡Vino por mí!
Él es el camino para acceder
Al trono de tu gracia, de tu poder.

¡Gracias por Jesús! Tu nuevo pacto de amor
¡Gracias por Jesús! Que me salvó
Con su preciosa sangre me redimió
¡Viviré por siempre junto al Señor!

Ahora el Espíritu habita en mí
Y ya para siempre tu hija soy
Él me da el impulso para seguir
Es mi compañero y guía fiel.

¡Gracias por Jesús! Padre inmortal
¡Gracias por Jesús! Rey celestial.
Mi Señor y Dios, pensaste en mí
sabías cuánto necesitaba de Ti.

¡Gracias Padre! la obra de Jesús en la cruz demuestra tu perfecto amor por la humanidad caída.
Fijo mi mirada en esa cruz vacía para no olvidar NUNCA el voluntario sacrificio que Tu único Hijo hizo por mí. Amén, Amén y Amén.

martes, 24 de marzo de 2015

EL MOSAICO PERFECTO

"y vosotros estáis completos en Él que es la cabeza de todo principado y potestad"(Col. 2:10)
Cuando era pequeña (todavía ahora me gusta) pasaba largas horas armando mosaicos.
El juego estaba conformado por pequeñas piezas plásticas de colores muy brillantes y diferentes formas.
Había rombos celestes, rojos, amarillos, negros, blancos y verdes. También triángulos, cuadrados y rectángulos.
Lo que no había era círculos.
El juego consistía en ir “encajando” cada pieza en el lugar correcto para que quedara armada la figura.
Pero…¡claro! No era fácil y muchas veces quería “encajar” piezas que evidentemente no entraban en ese lugar.
Todavía recuerdo que, al hacer fuerza para que una de las piezas entrara en un lugar que no correspondía, la rompí.
¡Cuántas veces, ya adulta, quise hacer lo mismo!…
Todos tenemos un “vacío”, un hueco en nuestro interior y buscamos y buscamos cosas que encajen allí.
Pero…
Ese espacio sólo puede ser llenado por una pieza perfecta: Jesús.
Anhelamos ser amados y sentirnos plenos y satisfechos.
Sólo lo lograremos cundo abramos nuestro corazón a Jesús y permitamos que su amor, gracia y perdón nos COMPLETE.
Entonces dejaremos de buscar en todas partes y ya no recogeremos “migajas” de ningún lado.
Recuerda… el “encaje perfecto” sólo está en el único y verdadero Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Métete en el río del Espíritu y arma el MOSAICO PERFECTO.

Señor, reconozco que la única pieza que encaja perfecto en mi interior eres Tú. Te abro mi corazón para que, a través del Espíritu Santo anides en Él, quiero que gobiernes mi vida. Gracias por tu amor incondicional que me reconcilió con el Padre a través de tu sacrificio en la cruz. Desde hoy me declaro COMPLETA en Ti. Amén, Amén y Amén.



lunes, 9 de marzo de 2015

VALIJAS

“Mía es la venganza y la retribución…” (Dt. 32:35)
Todos transitamos la vida cargando valijas, más livianas en algunas oportunidades, más pesadas otras. Ese equipaje está formado por heridas profundas, recibidas en el pasado pero que siguen allí, vigentes, hasta a veces sangran…
Queremos sentirnos felices, saludables y completos, pero no podemos dejar esos pensamientos atrás. Creemos que ya están superados pero…vuelven una y otra vez, hasta con mayor fuerza aún.
La venganza se acaricia como única esperanza y no nos sentimos libres. Hasta llegamos a pensar ¿dónde estaba Dios en ese momento?... ¿Por qué?
Planear vengarnos por nosotros mismos es lo mismo que decirle a nuestro Padre: -no confío en tus promesas, quiero controlar yo solito/a la situación y hacer por mi cuenta Tu trabajo (Él es el único juez).
Cuando nos enfocamos en la venganza hacemos cosas locas que no nos satisfacen, no nos sentimos bien, no funcionan.
Dios nos perdonó, ninguno de nosotros estábamos exentos de pecado, pero Jesús no nos condena, la cruz no limpió.
Y cuando yo perdono, le estoy dando a otros lo que Él me dio a mí, lo que yo recibí por gracia, no porque lo mereciera.
Habrá que reconocer que hay personas que lastiman una y otra vez, será necesario tomar distancia de ese tipo de gente. En el caso de no poder hacerlo físicamente, por lo menos deberemos tomar distancia emocional.
Perdonar es dejar el deseo de venganza, desear que el bien llegue a su vida, no significa retomar la relación, si la persona no muestra arrepentimiento.
Debemos liberarnos de esas valijas porque si las seguimos cargando, viviremos en forma miserable, sin poder disfrutar de una vida abundante.
Dios nos creó para ser LIBRES, para que andemos livianos por la vida sin rencores, sin odios, sin malos recuerdos…
Tenemos que dar el primer paso de este proceso que no es fácil ni sencillo.
Debemos darle a otros lo que de gracia hemos recibido y…¡debemos hacerlo YA!
Esto no tiene que ver con el otro, tiene que veer con nosotros. Debemos liberarnos para poder descansar de ese pesado equipaje que venimos arrastrando tal vez desde hace varias décadas.

Señor, eres mi sanador, pon tus manos sobre mis heridas y ayúdame a perdonar para poder viajar liviana y disfrutar de la vida buena, abundante y victoriosa que vos quieres darme. Hoy te entrego mis valijas llenas de dolor, cámbialas por Tu PAZ. En el Nombre de Jesús, Amén, Amén y Amén.